Los Mochis, Sin.- A pesar de su frágil apariencia y avanzada tercera edad, don José Apodaca Gastélum no se doblega ante el calor y a pesar de los fuertes rayos del sol empuja su triciclo en el que vende cocos helados preparados por calles de diferentes colonias de Los Mochis.
Haciendo honor al famoso refrán popular de que “la piel es la que se arruga pero el corazón no envejece”, a sus 72 años don José dice que le gusta mucho trabajar y ponerle el ejemplo a las personas que no les gusta hacerlo.
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Con entusiasmo y bastante energía para pelar y partir a machetazos los cocos antes de vaciar su deliciosa agua y preparar su pulpa con chile, limón, sal y demás condimentos al gusto del cliente, don José comparte a Línea Directa que vive en la colonia Tabachines Dos pero que le gusta salir a otros sectores donde también pueda ir a trabajar.
“Aquí estoy trabajando, ando en diferentes colonias para ponerles el ejemplo a dos, tres personas que no les gusta trabajar. Pero aquí me tienen, vendiendo cocos en diferentes colonias”.
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El adulto mayor, pero joven de corazón, refleja en su rostro y en su cuerpo los estragos del paso de los años, sin embargo, no usa lentes porque asegura que todavía tiene buena vista y también buen oído.
Entrevistado por Línea Directa mientras ofrecía sus cocos helados frente a las oficinas de la Secretaría del Bienestar, donde personas adultas mayores de 65 años y más eran atendidas en el módulo de incorporación a la pensión Bienestar, el septuagenario expresó que mientras Dios le dé fuerzas, seguirá trabajando.