Guasave, Sinaloa. El corazón no envejece y mucho menos el de una madre. Doña Cruz es una centenario mujer que apenas este sábado 3 de mayo cumplió 108 años y una semana ya esta lista para celebrar también la ficha de ser madre.
Una de las mujeres más longevas del municipio de Guasave, e incluso, según testimonios, la más longeva viva hasta ahora en esta región sinaloense. Nacida oficialmente el 3 de mayo de 1917, en coincidencia con el Día de la Santa Cruz, doña Crucita es originaria de Paredón Blanco, municipio Sinaloa, vive actualmente en Estación Bamoa, Guasave. Su edad ha sido determinada a través de una constancia del Seguro Social y una acta extemporánea tramitada cuando fue registrada en el sistema de salud.
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“Ahí dice 1917”, asegura una de sus hijas, doña Rita, quien narra que el cálculo también se hizo tomando como referencia la edad de su hermano mayor, fallecido recientemente a los 85 años, porque su madre no contaba con identidad legal, sin embargo, conocidos aseguraban que su edad es mayor.
A pesar de su edad, doña Crucita conserva la lucidez y alegría que la han caracterizado por décadas.
“Todavía canta, le gusta empezar con ‘Vuela Paloma’, su canción favorita”, relata con cariño una de sus hijas. La canción, junto con “Sentencia de amor”, son parte del repertorio que ella aún entona con emoción.
Meses antes, en enero, sus nietos la sorprendieron con una banda sinaloense que le cantó en casa. Ella, sin perder el espíritu festivo que siempre la ha acompañado, incluso bailó algunas melodías.
Doña Crucita tuvo siete hijos, de los cuales cinco siguen con vida. La más joven, de 70 años, nació cuando ella tenía aproximadamente 37. Además, tiene 23 nietos confirmados, aunque la cifra exacta de bisnietos y tataranietos ya se ha perdido entre generaciones. “Los otros ya no los tenemos contados, pero sí hay tataranietos”, comenta su familia.
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A pesar de algunos problemas auditivos, doña Crucita se mantiene alerta y reconoce a sus seres queridos. “Tiene que uno hablarle fuerte, pero cuando identifica quién es, se alegra y platica con gusto”, comparten sus familiares, quienes destacan que siempre fue alegre, bailadora y cantadora, cualidades que, consideran, han contribuido a su longevidad.
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En el pueblo, su historia es conocida. Incluso, autoridades del Instituto Nacional Electoral (INE) han acudido en el pasado a corroborar su existencia y edad. En una visita reciente, relató su hija, un funcionario comentó que en la zona solo había otra mujer de 108 años, quien tristemente falleció hace poco, dejando a doña Crucita como la más longeva viva del lugar.
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Además de su edad, la historia de vida de doña Crucita es un testimonio de fortaleza. Fue madre, trabajadora y aun en su vejez, ha sido testigo de generaciones completas que la admiran y le rinden homenaje. Según vecinos del pueblo, su secreto está en su buen carácter: “Nunca tuvo problemas con nadie, siempre alegre y muy bien cuidada. Era de esa madera buena, de la que ya no hay”, dijo un vecino ya fallecido que la conoció en su juventud.
A pesar de las dificultades, la familia asegura que seguirá celebrando su vida mientras les sea posible. “Le hicimos una comidita y aquí estuvimos con ella”, dijeron emocionados. Y por supuesto, no faltaron las fotos y los videos, que conservarán como un tesoro familiar.
Doña Crucita es, sin duda, un orgullo viviente de Paredón Blanco y de todo Guasave. Su vida, cargada de historias, música y cariño, sigue inspirando a quienes la rodean.