Guasave, Sinaloa. El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes Aegypti, un problema de salud pública recurrente en diversas regiones de México, especialmente durante las temporadas de lluvias.
Ante la creciente preocupación por el aumento de casos, es fundamental conocer los síntomas, las señales de alarma y las acciones a tomar en caso de sospecha de infección.
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Síntomas del dengue
Los síntomas del dengue pueden variar en intensidad y manifestarse de manera leve o grave. Suelen aparecer entre cuatro y 10 días después de la picadura del mosquito infectado. Los más comunes son:
– Fiebre alta repentina (mayor a 38 °C)
– Dolor de cabeza intenso, especialmente en la frente
– Dolor detrás de los ojos
– Dolores musculares y articulares severos (conocido como fiebre quebrantahuesos)
– Fatiga y malestar general
– Náuseas y vómitos
– Erupción cutánea que puede aparecer unos días después de que inician los síntomas
– Sangrado leve, como sangrado de encías, nariz o facilidad para desarrollar moretones
Estos síntomas pueden confundirse con otras enfermedades como la gripe o virosis, por lo que es vital estar atentos a la combinación de varios de ellos y acudir a un profesional de la salud en cuanto aparezcan.
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Señales de alarma: ¿Cuándo debo preocuparme?
Aunque el dengue clásico puede ser incómodo, el dengue grave o dengue hemorrágico es potencialmente mortal si no se trata a tiempo. Las señales de alarma que indican que la enfermedad ha avanzado incluyen:
– Dolor abdominal severo y persistente
– Vómitos continuos
– Sangrado de encías, nariz, orina o vómitos con sangre
– Dificultad para respirar
– Fatiga extrema o irritabilidad
– Piel fría o húmeda (signos de choque o baja presión arterial)
Estas señales son indicativas de que el dengue está afectando los vasos sanguíneos y órganos internos, lo que podría desencadenar un choque hemorrágico. Si uno o más de estos síntomas aparecen, es crucial acudir de inmediato a una unidad de emergencia.
¿Qué hacer si presento síntomas?
Si experimentas uno o más de los síntomas asociados al dengue, especialmente fiebre alta acompañada de dolores articulares o erupciones cutáneas, lo primero es buscar atención médica. Un diagnóstico temprano puede hacer la diferencia entre un manejo exitoso de la enfermedad o su progresión hacia formas más graves.
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Mientras acudes al médico, sigue estos pasos básicos:
1. Evita automedicarte, especialmente con medicamentos antiinflamatorios como el ibuprofeno o la aspirina, ya que pueden aumentar el riesgo de sangrado.
2. Mantente hidratado. Beber abundante agua es fundamental para prevenir la deshidratación, que es común debido a la fiebre alta y los vómitos.
3. Descansa lo más posible para ayudar a tu cuerpo a recuperarse.
El diagnóstico de dengue generalmente se confirma con un examen de sangre, por lo que es importante seguir las indicaciones de tu médico y evitar la automedicación.
Prevención y recomendaciones
Ante el riesgo de contagio, la mejor defensa contra el dengue es la prevención. Aquí algunas medidas para reducir la exposición al mosquito Aedes Aegypti:
– Eliminar criaderos de mosquitos. Evitar acumulación de agua en recipientes, neumáticos o cualquier objeto que pueda convertirse en un foco de reproducción.
– Usar repelente de insectos. Aplicar productos que contengan DEET en las áreas expuestas de la piel.
– Colocar mosquiteros en ventanas y puertas. Usar ropa que cubra brazos y piernas, especialmente durante las horas del día, cuando el mosquito es más activo.
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Mantenerse informado y actuar de manera rápida ante los primeros síntomas es esencial para reducir los riesgos asociados con el dengue y evitar complicaciones graves. Las autoridades de salud en continúan monitoreando los brotes, pero la participación activa de la población es clave para frenar la propagación del virus.
