Mazatlán, Sinaloa.- Con el fin de poder cubrir los gastos de sus necesidades básicas y para mantener a sus hijos, Lupita Villegas todos los días recorre la playa de Mazatlán para buscar, recolectar, limpiar y luego poner a la venta objetos que le regala el mar: caracoles, conchas y otras “chácharas”.
La comerciante de objetos provenientes del mar, dijo que su labor la hace de buena fe y con el fin de poderle ofrecer a locales, pero sobre todo a los turistas, un pedacito de la “Perla del Pacífico” que, cuando regresen a sus lugares de origen, les traiga recuerdos de Mazatlán y su gente.
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Las conchas, caracoles y otros objetos que ofrece Lupita no tienen un precio específico, más bien los deja a la voluntad de sus clientes para hacer su aportación económica.
“Todo se hace a través de limpieza, se encuentran los caracoles y las conchas las limpias, más que nada para que estén presentables para la venta. Yo les ofrezco y no tienen cantidad (precio), es lo que ellos quieran aportar. Lo que hago nada más es de corazón y para que la gente se lleve un recuerdo bonito de Mazatlán, lo hago para solventar mis gastos, aparte tengo mis hijos…”.
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Mencionó que todos los días espera feliz con sus “recuerditos” como conchas, caracoles, botellas con arena, o pulseras elaboradas por ella misma, a los paseantes que quieran llevarse un recuerdito del mar.
Lupita Villegas hizo una invitación a mazatlecos y turistas a que respeten y cuiden las playas del puerto, manteniéndolas limpias y sobre todo libres de basura.
Finalmente, la vendedora, que se ubica en Playa Norte, entre el sitio de pescadores y un conocido restaurante, pidió a las autoridades locales que le permitan comercializar sus productos sin mayor problema, porque siempre está con el temor a ser corrida del lugar.
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