Mazatlán, Sinaloa. – Pecas y arrugas saltan a la vista en una persona de más de ochenta años que lucha con las pocas fuerzas que le quedan, por salir adelante y poder llevarse un taco a la boca, y que ha tenido que lidiar con diversos problemas en los últimos meses, el más grande, haber perdido sus pertenencias en un voraz incendio provocado por un corto circuito.
La humilde vivienda de madera que construyó desde hace tres años, cuando ‘nació’ la invasión Rinconada del Valle se redujo a cenizas el pasado 03 de noviembre de 2021, cuando una falla en la energía eléctrica generó el incendio, no solo para su vivienda, sino para otras tres más, pero resultó él como más afectado por su avanzada edad.
“Ojalá me ayuden para poder acabar yo con mi casita, porque me dejó de tiro mano, no quedó nada, todo se me quemó, también tenía unos centavitos para echar el pisito, ojalá me apoyaran también, si de ese delgadito como fuera de a poquito que le echen el pisito, pues sí, para no vivir en la tierra”.
Su historia es un ejemplo para los que lo conocen, ya que a pesar de su avanzada edad y lo cansado de los años, no pierde el ánimo, y cómo perderlo si tiene que buscar una moneda para comer, por lo que diario toma un camión que lo lleve a la Zona Dorada, acompañado de su guitarra para ofrecer su arte y obtener una ayuda.
Esto, le ha valido que los mismos prestadores de servicio se hayan juntado para conseguirle madera para reconstruir parte de su vivienda, y que hoy, de nueva cuenta se unan para entregarle una pequeña parrilla de gas como estufa y una despensa, así como algo de dinero para que continúe con el acondicionamiento de su morada.
Sin embargo, aún le falta mucho por recuperar y aunque está consciente de que no logrará al cien por ciento, apela al buen corazón de la ciudadanía, que quiera apoyarlo con un kilo de arroz, azúcar o frijoles, o bien, con un donativo más grande que lo ayude a salir adelante en la reconstrucción de su hogar.
Madera, tablones, lámina galvanizada o de cartón y la donación de cemento para acondicionar el piso, serán bien recibidos por don Porfirio, quien ya con la mirada y el cuerpo cansado, solo espera tener una vida más tranquila.
Además, pidió a las autoridades de la delegación de Programas para el Desarrollo en Sinaloa, un apoyo para poder volver a cobrar su pensión, ya que, no ha podido hacerlo debido a que la documentación personal se perdió entre el incendio y desde aquel mes de noviembre no ha podido ser beneficiado con la ayuda gubernamental.
¿Quieres ayudar? A don Porfirio lo encuentras antes de las diez de la mañana en su domicilio sobre la calle arroyo del asentamiento, al que se ingresa cruzando el puente ubicado en el acceso al fraccionamiento Rinconada del Valle, en una modesta casa de madera pintada de azul con dos platanares enfrente; o bien, en Playa Gaviotas, en donde se le ve acompañado de su inseparable guitarra.
