Sinaloa. La Semana Santa es una de las fechas más importante para la Iglesia Católica, días en los que se conmemora la muerte y resurrección de Jesucristo, que, en medio de la crisis de violencia que se vive en Sinaloa, principalmente en el centro y sur, se exhorta a las familias y fieles a reflexionar como sociedad en qué momento se perdió el amor por la vida, por Dios, y buscar la manera de regresar a su camino.
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El sacerdote Luis Manuel López Salazar de la parroquia del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, a través de Línea Directa envió un mensaje a toda la comunidad católica, pero también a todas las personas que en medio de un mundo tan conflictuado buscan la paz y el amor de Dios, aunque desconozcan que en su corazón lo están buscando.
“El mensaje para estos días santos, es una oportunidad tan grande que nos da la misericordia de Dios, de romper las cadenas del mal y poner el eslabón de amor, de perdón, de misericordia, que nos una más como hermanos, que nos acerquemos a hacernos el bien, que busquemos y pensemos más en aquellos que a mitad del camino de la vida necesitan un gesto, porque, un mundo sin misericordia es un mundo sin paz. Un mundo sin perdón es un mundo dividido. Un mundo sin amor es un mundo sin sentido”.
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“Nos urge en estos días santos vivir esta experiencia pascual del resucitado, crucificado-resucitado, que nos bañe con su divino amor y nos dé ese don del espíritu santo para que nos dé, para que tengamos una vida nueva, libre ya de violencias internas, de odios internos, que vaya poco a poco como una semilla haciendo germinar en nuestra sociedad más vínculos de cercanía, de respeto y de valor de la dignidad de las personas y, también, ir limpiando esa sangre que corre por nuestras calles, a través de manos que pasemos haciendo el bien y dejar de hacernos mal unos para con otros”.
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“Pascua es esa experiencia de ver lo que Dios ha hecho por nosotros, muriendo en la cruz, resucitando para liberarnos de nuestros males y, al mismo tiempo, llenarnos de esa gracia, de esa presencia, de esa luz que nos va disipando todo aquello que atenta contra Dios y que atenta contra las vidas valiosas de cada persona”.
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“Pascua es tiempo de no callar la verdad, no callar el gozo y la alegría de que Cristo está con nosotros y que ha salido victorioso venciendo a la muerte y venciendo al pecado. Eso no lo podemos callar, de expresar el gozo y la alegría de que Dios vive entre nosotros y esa es nuestra gran esperanza”.
“Mientras Dios nos dé la esperanza de vivir, hay esperanza de que este mundo cambie de rumbo, de que este mundo vuelva a su camino por las cosas verdaderas, las cosas valiosas, la familia, vuelva a una política más abierta, más solidaria, más humanitaria, vuelva a unos empresarios más benévolos, más cercanos, más justos, vuelva a una iglesia más compasiva, más sensible al dolor, más sensible a las heridas del mundo, más consuelo a los que viven afligidos y me vuelva a mí principalmente, como persona, como hijo de Dios, tener un corazón más sensible a las debilidades de aquellos que necesitan de Dios y necesitan de la caridad divina”, expresó en su mensaje a través de Línea Directa.
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