Los Mochis, Sin.- “Fue espantoso y todo por culpa de los cochinos cuetes”, señaló la señora Mayra Beltrán Pérez, de 55 años, quien junto con 10 integrantes de su familia entre hijos y nietos se quedaron sin hogar al quemarse las dos humildes viviendas juntas en las que habitan en el ejido 20 de Noviembre Viejo durante la madrugada del lunes en los festejos de Navidad cuando un “cuete” cayó sobre el techo y provocó el incendio.
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Es una tristeza haber perdido todo, añadió la afectada quien pide ayuda urgente pues hasta mediodía de este martes seguían sin ser visitados por DIF Ahome, por lo que necesitan alimentos, camas, colchones, estufa, refrigerador, lavadora, ropa y calzado porque se quedaron sin nada solamente con la ropa que traían puesta; pues incluyendo documentos, el celular, juguetes que les había comprado a los niños y hasta el pozole preparado para comer en Navidad, quedaron convertidos en carbón y cenizas.
“Primero que nada camas, o sea, ónde dormir, ropa porque nos quedamos sin nada de ropa ni calzado, nada tenemos, esto traemos puesto porque los pedimos prestados ¿Cuántos son? Nosotros somos 7 de acá (un cuartito) y tres de aquí (otro cuartito)”.
La señora Mayra añadió que el fuego se propagó muy rápido porque el techo de material estaba cubierto con lonas para protegerlo del goteo de la lluvia y los otros dos cuartitos eran de madera y cuando comenzó el incendio causado por el cuete ellos estaban afuera de la casa, en el patio, en una lumbrada (fogata) a la una de mañana, por lo que corrieron a rescatar a los bebés que dormían dentro, incluso una de las niñas se metió a la casa en llamas para rescatar a su pequeña perrita chihuahueña “Bella”.
“Tenía al niño dormido y cuando mi hija fue a ver si lo había despertado el estruendo del ‘cuate’ vio el fuego y yo me tuve que meter entre la lumbre y ya estaban muy fuertes las llamas cuando me metí por el bebé a como pude me fui orillando por la lumbre pero de salida ya tenía toda la lumbre encima, y dije: ‘¿cómo le hago Dios mío?’, el caso es que me arropé al bebé, me lo hice bolita y agachada me salí entre la lumbre”, narró muy triste.
Este martes la señora Mayra no pudo ir a trabajar porque no tenía ropa ni zapatos para ponerse: ella es talla mediana, su hijo Jesús Arturo de 22 años, es talla 32; las jóvenes trillizas de 16 años Ana Rubí y Rocío Anahí son talla 5, y mamás de los bebés de un año y un año 3 meses, el niño Jesús y la niña Crisleth, respectivamente.
A su vez Yamileth que en este enero cumplirá 15 años es talla 32, Nicol de 12 años es talla 16, Alexa de 9 años es talla 10, y su hija Mayra Yuribia Ruiz Beltrán, es talla 7-9.
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La noche del lunes los integrantes de esta humilde familia tuvo que repartirse a dormir en diferentes casas de familiares y amigos en el ejido 20 de Noviembre Viejo, situación que se repetirá mientras reciben ayuda para reconstruir sus dos cuartitos de material que quedaron en pie pero con las puertas y ventanas inservibles con los barrotes de las protecciones metálicas retorcidos por el fuego.
Antes ya se les había quemado su casa hace dos años un 10 de mayo de 2021 por lo que con mucho esfuerzo habían logrado volver a hacerse de lo indispensable para subsistir, pero esta Navidad de nuevo un incendio les arrebató todo.
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