Culiacán, Sinaloa.– Con una mañana fresca fue como despertaron los culiacanenses este miércoles, fue entonces que el sacerdote Julio Cesar Vizcarra Monarrez, rector de la Catedral de Culiacán, se dispuso como cualquier día a abrir las puertas de la emblemática iglesia de la capital sinaloense, pero para su sorpresa, cuando avanzó a la puerta lateral por la calle Hidalgo, una tabla caída y una más dañada, lo advirtió que por la noche, una vez más, fueron víctimas de los amantes de lo ajeno.
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A las 6:45 horas de este 28 de diciembre, fue cuando se percataron del robo de la iglesia, en el camino, todas las figuras religiosas estaban intactas, al igual que las bancas y toda pertenencia que se aprecia a simple vista, y con esto, todo apuntaba que sí hubo un robo, pero directo a la caja de la oficina, y así fue.
Una puerta más de madera mostraba una chapa forcejeada, y al interior, la pared de tabla roca con un hoyo no tan grande, confirmaba las sospechas, entre 10 y 11 mil pesos fueron robados, ¿por quién?, es una pregunta que no tiene una respuesta, y es que, aunque en la iglesia hay cuatro cámaras de videovigilancia, no están en funcionamiento, por lo que no hay una imagen de la o las personas que participaron en este hecho delictivo.
El padre Julio de inmediato dio parte a las autoridades de seguridad, atendieron policías municipales, estatales y personal de la misma Fiscalía General del Estado, quienes durante la mañana recaban información y han indicado que se presente la denuncia correspondiente, misma que en el transcurso de este miércoles será interpuesta.
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Los ciudadanos que ingresan por la puerta lateral son testigos del perjuicio que se hizo a la estructura, pero al no ver movimientos extraños o que se impida su ingreso, en silencio toman asiento en una banca y se abocan a hacer oración, lo importante para ellos, es tener un acercamiento con Dios.
En tanto, el rector de Catedral compartió que el dinero hurtado era parte de los ingresos que reciben entre donaciones y el pago por los servicios religiosos que realizan, entre bodas, bautizos y más.
Por seguridad, cada cierto periodo de tiempo, retiran el dinero para depositarlo a una cuenta bancaria, y precisamente, era hoy cuando se iba a hacer.
“Todos somos vulnerables, hay quienes se dedican a eso y están buscando nomás la oportunidad de entrar, verdad, llevar sus cosas o las cosas de uno, la iglesia también es una institución social de Cristo, pero que también, así como otras personas son blancos, en locales, en casas habitacionales, también la Catedral fue en este caso una víctima de la inseguridad”, expresó.
En la historia de la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, se han registrado diversos actos delictivos, como en 2012, cuando hubo la quema de santos, daños a imágenes sagradas.
El rector de Catedral es consciente que no son ajenos a ser víctimas de robos, sobre todo por estar en el primer cuadro de la ciudad, sector en donde, en el cierre de año, ocurren más robos a comercio, cuentahabientes y consumidores.
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En tanto, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) evalúa los daños para la reparación de la infraestructura que se considera como patrimonio histórico.
