Los Mochis, Sinaloa. Tener esperanza, saber confiar en Dios y poner lo que está al alcance de cada quien, es lo que le toca a la sociedad así como ser portadores de paz entre nosotros mismos, al interior de la familia, del trabajo, la escuela y en la relación con los demás, para que las situaciones de violencia no impidan vivir la paz que Cristo ofrece, llamó el obispo de la Diócesis de Culiacán, Jesús José Herrera Quiñónez.
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Entrevistado sobre su mensaje de fé y de esperanza en esta época de inseguridad que prevalece en el centro de Sinaloa donde la violencia no cesa desde hace tres meses, el obispo expresó que esta situación muchas veces supera a las autoridades que no saben o no pueden combatirla y con mayor razón a los ciudadanos que no tienen las herramientas suficientes para poder atacar esta cultura tan fuerte que se está expandiendo de esta manera.
“Es un llamado: vamos a empezar a prepararnos para las fiestas navideñas, para las fiestas del nacimiento del hijo de Dios, de la Encarnación y tenemos que tener un corazón que transmita la pureza de la paz, del amor, de la concordia, que estas situaciones no nos impidan vivir la paz que Cristo nos trae”.
El obispo Jesús José Herrera Quiñónez fue entrevistado durante el recorrido que realizan las reliquias de Santa Bernardita en su paso por la parroquia de Nuestra Señora de Lourdes en Los Mochis, donde el pueblo católico se congregó para venerar sus restos óseos.
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“Es una oportunidad que la Iglesia nos ofrece de saber venerar los restos de aquellas personas que por una gracia muy especial fueron elegidas para recibir algún mensaje de la Santísima Virgen María, en este caso en Francia, nuestra señora de Lourdes que se le apareció a Santa Bernardita para darle un mensaje para el pueblo de Dios en donde le invita a vivir en oración, a orar por los enfermos, le invita a orar por la paz también y sobre todo a saber vivir una vida de sacrificio, de entrega”, citó el obispo de Culiacán.
Santa Bernardita tenía 15 años, era una adolescente que sufría de asma muy fuerte, cuando fue llamada por el Señor para ofrecerse a sí misma para ser portadora de un mensaje al pueblo de Dios, por eso la iglesia venera sus reliquias, que en este caso es un pedacito de hueso del cuerpo de ella, lo que para los católicos contiene su gracia y conlleva una lluvia de bendiciones que aprovechar para el crecimiento de su fe, puntualizó el obispo Jesús José Herrera Quiñónez.