Mazatlán, Sin.– A partir de la segunda quincena de mayo comenzará la cosecha del maíz, y debido al estrés hídrico que hubo por falta de agua, se prevén repercusiones en la producción, y podría perderse casi una tonelada por hectárea.
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Leonel Murillo Cárdenas, asesor de presidencia del Comité Estatal de Sanidad Vegetal del Estado de Sinaloa (Cesavesin), señaló que debido a la falta de agua, en lugar de dar tres o cuatro riegos de auxilio, se dieron dos en algunas partes, lo que obviamente impactará la cosecha.
“En 2023 fue un ciclo Otoño Invierno muy bueno para el maíz, se tuvo un promedio de 11.2, 11.3 toneladas por hectárea y creo que este año posiblemente con lo del estrés hídrico, que es el que les estoy platicando, vaya a haber una disminución, pero los comportamientos más o menos. No podemos decir, sería mentirles, pero los comentarios generales, entre productores, se habla de un 10.4, 10.5 toneladas por hectáreas”.
Murillo Cárdenas dijo que en el sector agrícola, las zonas del norte y del centro son las más productivas, y detalló que en el norte se estableció más frijol que maíz mientras que en la zona centro se estableció mucha superficie de maíz, y están a la espera de la producción.
Comentó que lo importante es ver el comportamiento al momento de la cosecha y los resultados que tendrá, sin embargo, confío en sacar un ciclo que sea de beneficio para el productor, y que Sinaloa, como lo ha hecho siempre, pueda aportar a la alimentación de los mexicanos.
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Aseguró que el maíz sinaloense representa el 30 por ciento de la producción a nivel nacional, y agregó que a pesar del estrés hídrico que se está viviendo desde el año pasado, los productores sacarán la casta y entregarán una buena cosecha.
