Guasave, Sin.- “Quiero pedirles que oren por mí”, expresó el nuevo Obispo de la Diócesis de Culiacán, Jesús José Herrera Quiñónez, en el mensaje que ha enviado para el pueblo sinaloense la tarde de jueves, luego de que se conoció la noticia de que será el nuevo pastor de la iglesia católica en la entidad.
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En su mensaje el relevo de Don Jonás Guerrero Corona, quien pasará a ser administrador Apostólico de la congregación, expresó su afecto al pueblo sinaloense, dijo que con humildad ha aceptado el nombramiento y para ello pondrá todas sus energías para el servicio de todos.
“En este día de la fiesta de San Mateo, apóstol y evangelista, en que la Santa Sede hace público el nombramiento que me hace el papa Francisco como nuevo Obispo de la Diócesis de Culiacán, me dirijo a todos ustedes para pedirles desde ahora que oren por mí para que sepa ser un pastor bueno; he aceptado este nombramiento con humildad y alegría una vez más compruebo que el señor ha llevado las riendas de mi vida y las ha ido conduciendo por misteriosos caminos que sólo él sabe”, expresó.
Monseñor Jesús José Herrera Quiñónez es actual administrador de la Diócesis de Casas Grandes en el estado de Chihuahua, desde hace casi 12 años, dijo que igual que Pedro cuando echó las redes al mar después de haber pasado toda una noche sin capturar nada porque Jesús se lo pidió, así muestra él su docilidad y con esa misma obediencia ha aceptado las tareas que se le han encomendado a lo largo de su vida.
Entre la tarea y la realidad hay una gran desproporción, pero confía en que el Señor le dará la energía suficiente en este momento en que lo llama al servicio episcopal, “les pido ayuda y les ruego paciencia”.
“Consiente de las dificultades he aceptado en la obediencia de la Fe ante el señor encomendarme a la madre de los apóstoles, la Virgen María en su advocación de Nuestra Señora del Rosario, siempre existen temores ante la tarea, imagínense ustedes voy de una diócesis pequeña y hermosa en Nuevo Casas Grandes, Chihuahua, apenas con 40 sacerdotes y 28 parroquias, a una diócesis con una trayectoria muy grande y con procesos muy fuertes, con casi 200 sacerdotes, más de 100 parroquias, pero voy con toda ilusión queriéndolos a todos ya desde ahora”, dijo.
El Obispo electo de la Diócesis de Culiacán manifestó que ha aceptado el servicio que se le encomienda en la iglesia católica con la consciencia de sus pobrezas y límites, pero convencido de que para el Señor no hay nada imposible.
Saludó con particular afecto a todos los miembros de las asociaciones católicas y movimientos, a los laicos cristianos que testimonian con su vida la buena noticia del evangelio en medio de una sociedad tantas veces descristianizada y hostil, a quienes les dijo que su vocación de compromiso evangélico en medio del mundo es precioso para la iglesia.
En la misma forma a los sacerdotes del presbiterio de la Diócesis de Culiacán, quienes serán sus colaboradores, se ofreció con afecto y respeto, como padre, hermano y amigo, para que trabajen juntos la propuesta vocacional entre los jóvenes.
“Deseo para cada uno de ustedes en las circunstancias en las que se encuentran, que sientan mi cercanía de padre y pastor…, Quiero saludar a don Jonás Guerrero Corona, amigo y ahora administrador apostólico de esta diócesis de Culiacán quien ha regido esta Diócesis con alegría, entrega e entusiasmo, ha sabido poner a su servicio su celo y su sabiduría pastoral”.
A las autoridades de los 11 municipios que componen la Diócesis de Culiacán, los invitó para que unidos ayudarlos a dictificar sus vidas. Hace una semana el Nuncio habló con él, para darle la noticia y preguntarle si aceptaba lo que el Papa Francisco le pedía, una vez que dijo que sí, le pidió guardar el secreto, sin embargo, durante estos días ha ido pidiendo por todos para ponerlos en las manos del Señor.
“Nos vemos en breve para ponernos saludar e iniciar nuestros trabajos para darle continuidad a las tareas, reciban mi afecto y mi bendición”, finalizó el nuevo Obispo de la Diócesis de Culiacán.
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