Los Mochis, Sin.- Una broma hiriente, un pellizco, un jaloneo, o un empujón, pueden terminar en feminicidio, porque son conductas violentas que van subiendo de tono y que la mujer debe de identificar para denunciar con oportunidad y salir de la situación privada porque ocurre dentro de su casa, alertó Magdalena Rocha Peña.
La titular de la Secretaría de las Mujeres en el municipio de Ahome, manifestó que a diario llegan a pedir auxilio, algunas con atención psicológica, jurídica y hasta el resguardo, para evitar ser asesinada.
Dijo que trabajan con conferencia, talleres programas de empoderamiento y fomentan la cultura de la denuncia porque es la manera en que pueden ayudarles a que ellas no se queden en la vulnerabilidad y el espacio donde puede ocurrir una tragedia.
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Precisó que como parte de las acciones de prevención, distribuyen un folleto llamado Violentómetro, que incluye 30 conductas que empiezan con bromas hirientes y terminan en asesinatos, y es para que ellas midan si están en riesgo y actúen.
“Tenemos que trabajar mucho con las mujeres para que identifiquen conductas violentas, que muchas veces las hemos naturalizado como un grado de llevarse, a veces un empujón, a veces una subida de voz, a veces un pellizco, todas esas actitudes van subiendo de tono, hasta llegar a algo que pues lo más crudo es el feminicidio”, expuso.
Comentó que en la atención psicológica se advierte el nivel de violencia y ahí la afectada toma la decisión de presentar la denuncia y Semujeres hace el acompañamiento y seguimiento ante la Vicefiscalía de la zona norte de Sinaloa.
