Mazatlán, Sin. – La noche del jueves, el puerto de Mazatlán retumbó con el sonido de la banda, pero esta vez en un tono completamente diferente al del miércoles pasado, cuando los filarmónicos se manifestaron en exigencia de mejores condiciones para ejercer su oficio.
A unas horas de haberse reunido con autoridades municipales y lograr acuerdos a su favor, volvieron a las calles, pero ahora llenos de alegría, contentos y con tanta energía que decidieron celebrar en grande con todos aquellos que les brindaron su apoyo durante esos momentos difíciles. ¡Fue una fiesta que nadie de los ahí presentes quiso perderse!
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Al ritmo de clásicos como “El Sinaloense”, “El Tecolotito”, “El Corrido de Mazatlán” y otras canciones no tan clásicas como “Mi Razón de Ser”, cientos de personas se entregaron al baile, convirtiendo el lugar en una pista donde cada banda tocaban al mismo tiempo.
Los más jóvenes se acercaban a los grupos norteños y disfrutaban los corridos tumbados, mostrando su espíritu intrépido y desenfadado. Mientras tanto, las parejas encontraban en la música un pretexto para permanecer abrazadas, optando por quedarse con las bandas.
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La señora que vendía viejitas y la vendedora de flores estaban radiantes de emoción. En una entrevista con Línea Directa, expresaron que, si a los músicos les iba bien, también les iba bien a ellas.
Y así, durante cerca de tres horas la banda siguió retumbando acelerando el corazón de los mazatlecos y turistas que visitan el puerto.