Guasave, Sin. Si vives escondiéndole u ocultándole a tu pareja sobre tus propios gastos por miedo, al grado de que te llega a controlar o limitar en tus ingresos y compras personales, a eso se le llama violencia económica, y es la más común en las parejas, pero que la víctima lo desconoce, ya que lo ha permitido y normalizado por mucho tiempo.
Kenna Leyva Camacho, directora del Instituto Municipal de las Mujeres en Guasave informó que los casos de víctimas por este tipo de violencia se han incrementado, al grado de ocupar el 40 por ciento.
Debes leer: Diputados cuestionan en comparecencia asesinato de 34 mujeres durante ola de violencia en Sinaloa
Y es que usualmente la violencia económica se reproduce dentro del ámbito familiar. En el caso de las parejas tiende a ser ejercida por la persona con el control económico, quienes suelen ser hombres, lo que resulta en un vehículo de control hacia las mujeres y se acentúa cuando ellas dependen económicamente de su pareja, sin embargo, también se ha dado en parejas en donde ambos son proveedores, al ejercer temor en la victima pese a que no es económicamente dependiente.
“Cuando tú vives en pareja y te tienes que esconder para comprarte cosas, o que te limitan en tus gastos por no trabajar fuera de casa, o incluso que trabajes fuera de casa que te quieran controlar en tus ingresos y gastos ese es el tipo de violencia que existe, es una realidad y se está presentando mucho en este municipio, en un 40 por ciento de los casos”, precisó.
Según datos del Inegi, 2 de cada 10 mujeres de 15 años o más en México reportan vivir este tipo de violencia a lo largo de su relación. Esto, sin considerar que el dato puede estar subestimado por la cifra negra que tiende a existir, pero que no es registrada, porque las victimas callan o deciden soportar. Pero la estadística indica que es el segundo tipo de violencia con mayor prevalencia entre las parejas, solo después de la psicológica.
Recomendada: Vivía sometida al maltrato y violencia de su pareja fuera de Sinaloa; Immujeres la puso a salvo
Algunas manifestaciones de esta violencia son: limitar las decisiones sobre los gastos del hogar, condicionar el gasto o exigir cuentas, aun si ella tiene sus propios ingresos. A pesar de que estas acciones pueden parecer sutiles, para nada son menores, ya que la violencia económica puede afectar en la autonomía de las mujeres o propiciar otros tipos de violencia dentro del hogar, como la psicológica y física.
Conoce toda la información especial en la sección de Línea Directa