Mazatlán, Sin.- Como ciudad turística, Mazatlán es reconocida por su gastronomía basada en productos del mar. Sin embargo, al ser una ciudad que le ha abierto las puertas lo mismo a extranjeros que a personas de distintas partes del país, el arte culinario se ha ido ampliando.
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Es por ello que hoy en día, hay restaurantes y comercios que son reconocidos por los mismos mazatlecos por los alimentos que venden.
Tal es el caso de Juan Martínez. Desde hace 15 años vende en el centro de la ciudad tamales oaxaqueños, con el tradicional sabor de ese estado del sureste mexicano.
Para sus clientes, quizá sea solo el vendedor de los tamales, pero actualmente, es estudiante de psicología, una carrera que siempre le llamó la atención y que hoy está haciendo realidad, pues ya terminó el segundo año su preparación profesional, sin dejar de comercializar en la esquina de la avenida Aquiles Serdán y José María Canizales pues dijo, ambas actividades las puede realizar de manera paralela.
“En este lugar son apropiadamente 6 años, en el centro de salud ya tenemos aproximadamente 12 años vendiendo tamales oaxaqueños. Me gusta vender, me gusta tratar con la gente entonces estudiar psicología es parte de lo que hago, lo que me gusta hacer”.
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- El negocio familiar, “Tamales oaxaqueños Guelaguetza” ha sido una ayuda y pilar para la economía y bienestar de Juan y sus hijos. Foto: Abraham Domínguez.
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- El negocio familiar, “Tamales oaxaqueños Guelaguetza” ha sido una ayuda y pilar para la economía y bienestar de Juan y sus hijos. Foto: Abraham Domínguez.
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- El negocio familiar, “Tamales oaxaqueños Guelaguetza” ha sido una ayuda y pilar para la economía y bienestar de Juan y sus hijos. Foto: Abraham Domínguez.
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- El negocio familiar, “Tamales oaxaqueños Guelaguetza” ha sido una ayuda y pilar para la economía y bienestar de Juan y sus hijos. Foto: Abraham Domínguez.
El futuro psicólogo compartió que sus profesores y compañeros están encantados con sus tamales, quienes le hacen pedidos para disfrutar sus apetitosos y exquisitos tamales tradicionales del sur del país.
“Mis compañeros de la escuela y profesores consumen el producto, les gusta. Les ha llamado la atención cuando les hablo del producto. En algunas ocasiones me hacen llamadas y me apartan sus tamales”.
El negocio familiar, “Tamales oaxaqueños Guelaguetza” ha sido una ayuda y pilar para la economía y bienestar de Juan y sus hijos. Reconoce que le ha ido muy bien debido al auténtico sabor que hace la diferencia, lo que le ha permitido seguir adelante con sus estudios, para superarse y sacar a adelante a su familia.
El estudiante y vendedor de tamales dijo que tiene como meta expandir el negocio, e incluso no descarta la posibilidad de abrir un restaurante de comida típica de Oaxaca.
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Si quieres probar los ricos tamales, Juan está a partir de las 12 del mediodía, hasta las 4:30 de la tarde, en el cruce de Serdán y Canizalez, en donde encontrarás tamales de pollo, cerdo, rajas con queso, bañados en mole, salsa verde, salsa roja, envueltos en hoja de plátano, con un costo de 35 pesos, así como también tamales tradicionales en hoja de maíz, de pollo, y puerco con verduras, que cuestan 30 pesos.
