Los Mochis, Sin.- En el noroeste de México no se tenía arraigada la tradición del Día de Muertos, pero con la labor de los maestros se ha fomentado, y gracias a ello ahora la niñez disfruta construir un altar en memoria de su seres queridos que se adelantaron al viaje sin retorno, y un elemento sin duda es el pan especial dedicado a esta fecha, manifestó Ludmila Infante Fierro.
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La empresaria, propietaria de la panificadora California en Los Mochis, comentó que las ventas del pan de muerto cada año aumentan, ahora desde finales de septiembre lo ofrecen al público y su preparación es muy especial, la mezcla lleva jugo de naranja natural, por lo menos ella lo prefiere porque la esencia no le da el mismo sabor y la aceptación del consumidor lo confirma.
“Y muy bien porque los niños tienen el entusiasmo de hacer el altar, de comprar todas las cosas que lleva el altar: las calaveritas, el cempasúchil, el pan, velitas, todo, todo, se entusiasman mucho, entonces, es algo que aquí en el norte no estaba arraigado, pero ha ido acentuándose”, expuso.
La señora Infante comentó que ha sido testigo del entusiasmo de los niños que acompañan a sus padres a comprar el pan de muerto en su negocio, porque quieren asegurarse de que van a llevar ese elemento que piden sus maestros para los altares en sus escuelas, y su recomendación es que lo disfruten acompañado con leche.
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“Por eso, invito a la gente a que lo pruebe, a que lo deleite, a que lo tome con su lechita, muchos dicen me lo voy a comer con una coca, pero no hay como para que sea saludable, enseñar a los niños que lo tomen con su vaso de leche”, manifestó.
Señaló que es gratificante ver a la niñez vestida de catrinas y catrines, aprendiendo que el 2 de noviembre es el Día de Muertos y que en México se les honra y se les recuerda.