Mazatlán, Sinaloa. Desde muy temprana hora del día se encienden los hornos y se alista la masa para preparar el pan en sus diferentes tipos y presentaciones, sin embargo, al acercarse noviembre uno de ellos en particular es el que tiene mayor demanda: el pan de muerto.
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En la panadería “La Guadalupana”, ubicada en el centro de Mazatlán, Braulio Arámburo Torre mencionó que desde hace más de 30 años se dedica a elaborar el pan de muerto, con su característico sabor a naranja, y el diseño redondo con dos huesos atravesados en la parte superior.
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Destacó que la demanda de este producto inicia desde meses antes de la celebración del Día de los Muertos, por lo que para darle gusto a sus clientes cada mañana inicia su preparación desde muy temprano, y es que su demanda es tal que se acaba de los exhibidores en cuestión de horas o incluso minutos, por lo que se elabora hasta el mes de diciembre.
“Ya tengo como 35 años trabajando en esto. Desde septiembre, a mediados de septiembre, se termina el 10, 12 de diciembre más o menos, ya dejamos de hacer. Iniciamos a hacerlo como a las 7:00 de la mañana. Se acaba el pan a las 10:00 más tardar, muy raro que quede como para las 11:00 de la mañana”.
El hacedor de panes y bizcochos aclaró que la producción que manejan en la panadería donde labora es pequeña, y que los clientes prefieren el pan tradicional y casero que ahí se ofrece debido a su precio y su sabor, incluso por encima del pan que ofrecen panificadoras comerciales del municipio.
“No hacemos mucho, hacemos nomás como 80, 100. No queda pan; se acaba. La gente ya se acostumbró al pan de muerto de aquí y está más barato que en otras panaderías”.
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El pan de muerto se puede adquirir de lunes a sábado a partir de las 9:00 de la mañana. Su precio es de 25 pesos por pieza; el tamaño y su sabor son los que mantienen la alta demanda de este producto que ya no es solo adquirido para adornar los altares de muertos, sino para consumirlos de manera frecuente con una buena taza de café o chocolate.