Los Mochis, Sin.- El comandante José Manuel Heredia Mendoza, encargado del sector 8, del poniente de la ciudad de Los Mochis, y el policía operativo Jesús Rubén Rentería Quiñonez, nunca pensaron que al levantarse el lunes de esta semana, les tocaría trabajar fuera de lo común, quedando marcados por el resto de sus vidas.
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Manuel Heredia, con siete años de servicio en la policía municipal, y Jesús Rentería, con uno, estaban preparados para cualquier situación que se les requiriera, o por lo menos eso pensaban, hasta que el 10 de abril, al estar patrullando de manera cotidiana, una persona les salió al paso para pedirles ayuda, indicándoles que una mujer estaba a punto de dar a luz y requería de auxilio.
Los elementos de la ley confieran que, al enterarse de la situación, entraron en nerviosismo y pidieron apoyo vía radio, pero la persona les dijo que ya no podía esperar más y que les iba a tocar el parto.
Rápidamente sacaron el celular y se pusieron en contacto con la radio operadora de la Cruz Roja y les comenzó a explicar lo que tenían que hacer, siendo el comandante y la persona que inicialmente les pidió apoyo, quienes se encargarían de trabajar con sus manos para recibir al bebé.
Los policías vivieron una experiencia que nunca olvidarán.
Indicaron que ellos están preparados para brindar primeros auxilios en accidentes y para situaciones de alto riesgo, pero no para participar en un parto, cuya sensación comparan ahora con la adrenalina, igual que si se tratara de un enfrentamiento o una persecución, ya que estaban en riesgo dos vidas.
Así, ahora agradecen a Dios el que todo haya salido bien y que hayan podido ayudar en esa situación, lo que les generó una sensación muy bonita, ya que no es común que un policía reciba a un recién nacido y aparte vigilar que la madre continúe con vida.
El comandante Heredia indicó que por su cabeza lo único que pasaba era que ya llegara la ambulancia, ya que la madre estaba entrando en estado de desesperación, teniendo que tranquilizarla al mismo tiempo que a ellos mismos.
Asimismo, contó que al recibir a la bebé le recorrió una emoción muy bonita que hasta las piernas le temblaron, recordando que ni a sus propios hijos los cargó tan chiquitos por miedo a que se le cayeran.
“Uno tiene que estar preparado para todo tipo de situación, entonces cuando la recibí yo, yo ni a como dicen luego, ni a mis hijos así de tan chiquitos nunca los he agarrado porque me da sabe, que se me caigan o algo, y lo primero que hice pues, yo todo el tiempo escuchando lo que me estaba diciendo la radio operadora, la agarré y que límpiale, pero no pues una sensación chila, las piernas hasta se, como dicen luego, se agüilan”, dijo.
Los uniformados recordaron que son servidores públicos y que siempre que se les requiera estarán para prestar la ayuda posible, aun así, se vuelva a tratar de ayudar a dar a luz a una persona.
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Respecto al reconocimiento e incentivo que indicó el secretario del Ayuntamiento de Ahome, Género García Castro, que se les otorgaría por esta labor, indicaron que esto es una motivación para seguir dando el extra en su trabajo, aunque recordaron que lo que hacen lo realizan por servir y por la satisfacción de haber hecho las cosas bien.
