Guasave, Sin. – La historia del municipio de Guasave tiene el sello de Pedro Infante, hay una pieza particular que está a su nombre, al menos el recibo de compra así lo verifica, un candelabro de tipo imperial que hoy está restaurándose, después de casi 70 años de existencia.
Es el candil que enmarca la belleza del santuario de Nuestra Señora del Rosario, data de 1953, es una reliquia para la cual se tuvieron que conseguir en la ciudad de México las piezas originales, una travesía nada fácil, que se echaron a cuestas preservadores de la cultura guasavense, entre ellos, Emanuelle Avilés Ruelas, restauradora, y Daniel García López, presidente del Seminario de Cultura Mexicana corresponsalía Guasave.
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Narró que en aquel tiempo la población ideó algunas estrategias para la colecta de recursos, no pudieron completar el monto, así que el tema llegó a oídos del ídolo de Guamúchil, el artista e inmortal, Pedro Infante Cruz.
“Alguien conocido de Pedro Infante de aquí de Guasave, le habla, le dice de la intención de comprar un candil pero que no se había completado la cantidad, entonces Pedro les dice que con mucho él la completa, le mandan el giro de lo que se juntó y él va a comprarla, incluso el recibo de pago está a nombre de él, de Pedro Infante, él hace el trato, él lo compra y la tienda que lo vende lo envía, pero el registro de compra está a nombre de Pedro Infante”, aseguró.
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Esa pieza histórica que hoy cuelga del techo del Santuario de la patrona de los guasavenses, toda cubierta en cristal, es un arte particular que está siendo restaurado para exhibirse en su esplendor este fin de semana que se enmarca la octava de la Virgen del Rosario, precisamente en la misa en la que se le cantarán las mañanitas el día sábado para amanecer el domingo, en la fiesta grande de los guasavenses a la cual se dan cita no sólo propios, sino también los extraños.
