Playita de Casillas, Sinaloa. Dos escuelas de educación inicial indígena, ubicadas en las comunidades de Playita de Casillas y El Gatal, en el municipio de Sinaloa, fueron tomadas desde hace una semana por madres de familia en protesta por la falta de electricidad. Las manifestantes denuncian que, tras una década de solicitudes formales y gestiones ante las autoridades competentes, la falta de una respuesta efectiva las ha obligado a tomar medidas drásticas.
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Una madre de las escuelas afectadas detalló que el problema de la falta de electricidad ha persistido durante 10 años, afectando tanto a los estudiantes como al personal docente. Ante ello se buscó a la profesora encargada, quien manifestó:
“Ya llevo 10 años entregando solicitudes, haciendo el proceso ante Consejo Estatal de Participación Indígena de Gobierno y ante mis superiores en el Departamento de Educación del Sistema de Educación Indígena. Lamentablemente, no hemos recibido una solución. Después de recibir solo respuestas negativas, las madres de familia decidieron tomar las instalaciones. Ahorita están en huelga, con las instalaciones cerradas”, señaló.
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La carencia del suministro eléctrico no solo dificulta el desarrollo de las actividades educativas cotidianas, sino que además impide a las escuelas operar en condiciones adecuadas, lo que ha llevado a la desesperación de las familias involucradas. Situación llevó a las madres de familia a tomar la decisión de cerrar las instalaciones escolares como medida de presión.
Madres de familia toman escuelas indígenas por falta de eléctricidad / Foto: Cortesía
La protesta comenzó el jueves 19 de septiembre y desde entonces las actividades escolares han estado paralizadas. Las madres de familia, apoyadas por la comunidad, permanecen en las escuelas impidiendo el acceso tanto de los docentes como del personal administrativo. La escuela de Playita de Casillas afecta a un total de 25 niños, mientras que en El Gatal son 19 los estudiantes que se han visto perjudicados por la falta de electricidad y el cierre de los planteles.
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A pesar de que las escuelas dependen del sistema federal de educación, las autoridades responsables han evadido su responsabilidad. “El lunes pasado hablamos a Sepyc y nos dijeron que era el jefe del Departamento del Sistema quien debía resolver. Se echan la bolita entre ellos y nadie nos da solución”, explicó una de las madres.
A pesar de la preocupación de los docentes por posibles represalias laborales, Marta Liliana Castro aclaró que su presencia en las instalaciones no es un acto de apoyo a la manifestación, sino una obligación laboral: “Nosotros, como maestras, estamos aquí para cumplir con nuestro horario, aunque no nos permiten el acceso. No es un apoyo directo a la toma, pero tenemos que estar presentes”.
Las comunidades de Playita de Casillas y El Gatal esperan que la intervención de las autoridades finalmente ponga fin a esta problemática que ha afectado el desarrollo educativo de los niños durante tanto tiempo. Mientras tanto, las madres de familia aseguran que continuarán con la protesta hasta recibir una respuesta satisfactoria.
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