Culiacán, Sin.- Era un lodazal. Desde la Juan Álvarez hasta la Puerto Zihuatanejo, la temporada de lluvias dejaba la calle Puerto de Altata hecha un mar de lodo. Así lo describen los vecinos y el gobernador Rubén Rocha Moya acota con una broma, “ahora me van a pedir topes”.
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Y es que la obra, según explicó Francisco González Ávila, vecino del sector, no la esperaban. Las máquinas les llegaron de sorpresa.
“Esta calle si ustedes supieran lo que significa para nosotros los que vivimos aquí, esta calle era un basurón”, dice.
La inversión por parte del estado fue de 4 millones 092 mil 718 pesos para la obra que inició en julio del año pasado y se culminó en diciembre de ese mismo 2022, pero que hasta este día ha sido inaugurada. Por eso la broma del gobernador Rocha.
“Con los topes… porque nomás las hacemos luego nos piden topes”, dice.
Son en total 338.47 metros de longitud cuya capa es de 15 cm de espesor la cual está construida sobre capas conformadas por una base de 20 cm y subrasante de 20 cm de espesor.
Además incluyeron guarniciones y banquetas y las redes de agua potable y alcantarillado junto al alumbrado público con 14 lámparas con tecnología LED.
Parece otra calle, dice. Antes era un tiradero de basura y de todo tipo de desechos. Ahora pide al gobernador intervenga una vez más para mitigar el problema de las inundaciones con el arroyo de la calle puerto Marqués, que arrastra agua desde la avenida Obregón y atraviesa parte del Vallado.
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Mientras tanto la zona más beneficiada, dicen los vecinos, es la escuela primaria Anatalio Bon Bustamante. Los niños y niñas dejarán de llegar enlodados en tiempos de lluvia. Y bromean otra vez… ahora faltan los topes.
