Los Mochis, Sin.– Ruidos estridentes de motocicletas modificadas en sus catalizadores o escapes y vehículos que juegan arrancones y transitan a exceso de velocidad, así como el acaparamiento de espacios por parte de jóvenes y adultos para el consumo de bebidas embriagantes hasta altas horas de las madrugadas en el ejido 9 de Diciembre, se presentan cada fin de semana, después de que las autoridades corren a las personas de “los álamos” de la carretera Mochis-Topolobampo.
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Los vecinos de esta comunidad señalan que a partir de las 8 u 8:30 de la noche, empiezan a llegar grupos de jóvenes en sus vehículos tras ser “corridos” por los elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de los espesos árboles de la carretera.
Estos se esconden al interior de la comunidad y sale a colocarse a la orilla del canal que pasa paralelo a la comunidad, frente al Centro de Usos Múltiples (CUM), e incluso, sobre la prolongación del bulevar Antonio Rosales y el Francisco Labastida Ochoa, para adaptar la zona como “cantina pública”.
Los habitantes del ejido 9 de Diciembre se quejan porque con el consumo excesivo de alcohol o drogas, empiezan los visitantes a ser más desinhibidos y realizar desmanes recorriendo las calles de la comunidad a exceso de velocidad; y, durante la madrugada, a organizar arrancones sobre el bulevar Rosales o Labastida Ochoa.
“Han implementado un horario para los vehículos que están en Los Álamos, en la carretera que va a Topo, solo que se vienen al ejido y hacen sus desmanes, hacen sus necesidades fisiológicas, tiran envases y generan pleitos durante toda la noche. Desgraciadamente nosotros como personas de aquí de la comunidad nos damos cuenta que cuando la Policía retiran a los jóvenes de Los Álamos, de aquí mismo, inclusive, lo que hacen es que inundan el ejido de personas que andan tomando, esperando nada más a que las autoridades se vayan, a los 10, 15 minutos se vuelve a llenar”.
“Como personas de la comunidad nos damos cuenta, que empiezan a deambular por todas las calles, eso es casi todos los fines de semana y cada vez más, vemos mucha gente desconocida, que no nos molestan como personas, pero, lamentablemente solamente vienen a consumir drogas y alcohol”.
“De hecho se meten al ejido, porque escuchamos que la patrulla los anda corriendo, pero, cuando los corre, entran al ejido y siguen por todas las calles haciendo arrancones, con exceso de velocidad, ruido y música muy alta. Si ahorita vas a la orilla, al canal, como le decimos nosotros, está lleno de botellas y hasta ropa interior y muchas, muchas cosas”, expresaron lo vecinos a Línea Directa.
Los más afectados, señalan, son las familias que viven frente al CUM, donde se colocan los carros con jóvenes y adultos que ingieren bebidas embriagantes, realizan sus necesidades fisiológicas en la zona y dejan basura y desechos en el lugar.
En el recorrido que realizó Línea Directa por la zona pudo corroborar que los visitantes dejan cerros de botellas o latas de cerveza u otro tipo de bebidas embriagantes, así como basura que, aunque los vecinos barren y tratan de colocar en cajas y bolsas de basura, el personal de OP Ecología no se la lleva.
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Es por eso que a través de Línea Directa piden a las autoridades que refuercen la seguridad en la comunidad del ejido 9 de Diciembre, especialmente los fines de semana y hasta la madrugada.