Los Mochis, Sin.- La estrategia del Gobierno Federal para controlar la inflación fue abrir las fronteras a la importación de distintos alimentos, entre ellos la carne de cerdo de varios países del mundo y eso ha propiciado que en México haya cierre de granjas y desde luego de fuentes de trabajo, declaró Edgar Quintero Camargo.
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El presidente de la Asociación de Porcicultores en el norte de Sinaloa explicó que por la entrada masiva de carne se ha desplomado su precio en el mercado local y hay riesgo del estatus zoosanitario que se tiene en el país porque no se implementan protocolos adecuados en las aduanas y pueden ingresar enfermedades que no se tiene en México.
“El gobierno implementó un programa para abatir la inflación y abrieron las puertas a toda la importación y eso ha sido también una grave amenaza para la sanidad contra la porcicultura. Atenta gravemente contra las inversiones que se tienen en esta actividad, eso es lo que nos ha causado problemas”, advirtió.
Mencionó que no solamente la porcicultura afecta por las importaciones, sino que se encuentran en la misma situación la acuacultura, la pesca y la ganadería con el caso particular de los bovinos.
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El líder de los porcicultores en el norte de la entidad comentó que apenas están queriendo levantarse, buscando formas de tener una recuperación para que no siga el cierre de fuentes de empleo.
Asimismo, mencionó que además de la importación de carne de cerdo, en cuaresma hay una baja en las ventas y pasando la Semana de Pascua confían en que se registre un incremento en el consumo del alimento.
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Finalmente, el líder porcicultor consideró que la apertura de fronteras en el 2023 representa una competencia desleal para quienes invierten en la actividad y mantienen altos estándares de calidad en la producción de carne de cerdo.