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Culiacán, Sinaloa.- A Maximiliano no solo le llora su familia que lamenta su partida inesperada, también los padres de familia y sus amigos de quinto año del Grupo C del colegio donde estudiaba y donde su mamá, María Guadalupe, Miss Lupita, imparte clases de español.
Mario Alberto, de 10 años, fue el primero de sus amigos en llegar a la funeraria acompañado de su mamá, la señora Gema, para dar el último adiós a su amigo Max, con quien compartía el mismo salón de clases, jugaba en el mismo equipo de futbol del colegio y también asistían juntos al grupo de catecismo.
La señora Gema expresa que no hay palabras para un hecho de este tipo y aun cuando se haga justicia, es una pérdida completamente irreparable porque el niño ya no volverá a jugar, a convivir con sus amigos ni a participar en clase o acudir al grupo de catecismo como lo hizo el mismo sábado por la mañana, donde les tocó el tema de aceptación de la muerte.
“Es una perdida muy lamentable, no existen palabras para dimensionar el sentir que todos tenemos por la pérdida de este niño”, expresa la madre de familia de uno de los alumnos del Quinto C donde estudiaba el menor que murió en el accidente del sábado al caer el vehículo al río.
La gente afuera de la sala comenta lo mismo, que estaban en una convivencia familiar, pero Miss Lupita y Maximiliano acudieron al Santuario a la boda de uno de los maestros del colegio y ya cuando iban de regreso ocurrió el lamentable accidente y luego les llegó la terrible noticia que aún no asimilan.
El funeral tuvo lugar en la sala 7 de una funeraria del bulevar Emiliano Zapata; arribaron familiares, amigos del padre que trabaja en una empresa y sus compañeros llegaron en grupo, todos con el uniforme, también maestras amigas de “Mis Lupita”, como le dicen de cariño, solo que ella sigue internada en un hospital después del accidente donde murió su hijo Max.
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Seres queridos se dieron cita para acompañar al padre del menor, Luis Guillermo y también a su hermana, Ana Luisa, que estudia en el mismo colegio, el mismo que envío flores a Maximiliano. De la misma manera, sus amigos de grupo, padres de familia y tíos y tías enviaron coronas que traían listones con mensajes de despedida: “Para un hermoso angelito”, “De tus papitos y hermana”, “siempre en nuestros corazones grupo 5 C“, entre muchas más que seguían llegando, la mayoría rosas blancas para un ángel que se va de manera inesperada al cielo.
