Mazatlán, Sin.- Luego del presunto abuso de autoridad en contra de trabajadores de un negocio de venta de pollos el pasado martes, por parte de elementos de policía municipal, Carlos Burgos Carrillo y su familia sigue con su negocio, con buen ánimo y tratando de olvidar lo que vivieron y que fue captado en video.
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El comerciante hizo un alto en la venta de pollos y carnes este jueves para atender a Línea Directa, y dijo que está tratando de salir adelante para poderse recuperar de la pérdida de mercancía y del dinero que le sustrajeron de la caja registradora tras el incidente, lo cual significó una deuda para la familia.
El padre de familia y dueño del negocio de pollo y carne asada al estilo Badiraguato, dijo que las pérdidas materiales y económicas derivadas del altercado, pasan a segundo plano, ya que lo que él quiere y pide a las autoridades es justicia y respeto para sus hijas, quienes sufrieron agresión de parte de los elementos preventivos, y aún están padecen un shock emocional.
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“Yo pido que respeten a mis hijas, que se haga justicia para ellas, para las menores, que les tengan respeto en la calle. Yo no quiero dinero, no quiero nada, que se hayan llevado todo, lo que quiero es justicia para la niña; algo que se nos debe. Quiero que respeten a mis hijas, no nomas las mías, a todas; que las niñas miren al gobierno y no se enmuden por la calle”.
Burgos Carrillo confirmó que los policías que irrumpieron en su negocio, le quitaron dos teléfonos celulares, empujaron y sometieron a sus hijas, esposa y trabajadores. El vendedor agregó que ya dio de baja los teléfonos decomisados por los agentes municipales, y cambió de teléfono para poder seguir brindando el servicio a domicilio a sus clientes.
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Recordó que el día del incidente tuvo que parar la venta de pollos y carne, pero retomó su actividad al día siguiente, pese a los atropellos y traumas derivados del hecho.
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Explicó que sus dos hijas menores de edad y una trabajadora que fueron agredidas, presentan signos y síntomas de estrés post traumático, ya que le comentaron que no han podido conciliar el sueño y no se sienten seguras al paso de los policías. La madre de las menores y esposa de Carlos presenta moretones notables en los brazos.
El comerciante reiteró que la caja que estaba en el negocio, abierta y le sustrajeron el dinero que había y que estimó en poco más de 14 mil pesos, aunque podría ser más, pero consideró que eso es lo menos, porque solo quiere recuperar la tranquilidad para seguir trabajando.