Guasave, Sinaloa. Los últimos cinco meses han sido los más calurosos jamás registrados en la historia humana, inició advirtiendo Alonso Aguirre, reconocido rector de la Warner College of Natural Resources en Colorado State University. Un alarmante hecho y un dato respaldado por informes científicos del IPCC (Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático), que subraya la gravedad de la situación actual, de ese tamaño es la urgencia de hacer algo para detenerlo.
“Estamos al borde de superar el límite crítico de 1.5 grados centígrados de aumento de temperatura, un umbral que el IPCC identifica como crucial para evitar impactos irreversibles”, advirtió el experto en la conferencia magistral para conmemorar el vigésimo séptimo aniversario del Ciidir, el Instituto Politécnico Nacional (IPN) en Guasave. El evento no solo celebró un hito académico, sino que se convirtió en un llamado de alerta global ante la crisis climática que enfrenta nuestro planeta.
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“Estamos superando la marca de 1.5 grados centígrados, el límite crítico establecido por el IPCC para evitar consecuencias catastróficas, este aumento de temperatura traerá consigo eventos climáticos extremos como inundaciones, tormentas, incendios forestales, huracanes y sequías más intensas y frecuentes. Estamos viendo una interconexión clara entre la contaminación ambiental, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático. Todo está interconectado: los pesticidas, la escasez de agua, los incendios forestales y la erosión del suelo”, advirtió el científico.
Alonso Aguirre, rector de la Warner College of Natural Resources en Colorado State University
El rector explicó que este incremento térmico traerá consigo una serie de eventos extremos, estos fenómenos no solo amenazan ecosistemas frágiles, sino que también tienen un impacto directo en la seguridad alimentaria y el bienestar humano global.
Sin embargo, Alonso Aguirre también destacó un rayo de esperanza: “Tenemos la tecnología y las herramientas necesarias para abordar estos desafíos”, afirmó.
“El problema radica en nuestra capacidad para movilizar a la sociedad y a los líderes políticos hacia acciones concretas y urgentes”.
Además, hizo hincapié en la falta de conciencia y en prácticas cotidianas que contribuyen al problema como el uso de plásticos en botellas de agua, la contaminación por pesticidas y la deforestación. Lamentó la falta de conciencia generalizada y el impacto negativo de decisiones cotidianas.
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Al cierre de su discurso enfatizó la necesidad urgente de un cambio en las políticas públicas y en la conducta individual.
“El desmantelamiento del apoyo a la ciencia y la tecnología por parte de algunos gobiernos es un retroceso alarmante. Es hora de actuar de manera decidida y colaborativa para asegurar un futuro sostenible para las generaciones venideras”.
La conferencia, que atrajo la atención de académicos, líderes comunitarios y medios de comunicación, resaltó la importancia de eventos educativos como catalizadores de conciencia y acción frente a la crisis climática global.
