México. Son muchos los factores, como la alimentación, una vida sedentaria, entre otros, que han derivado que en los últimos años se tenga un repunte de personas con alguna enfermedad de tipo cardiovascular, lo que enseguida lleva a miles de fallecimientos en el país y el mundo. Sobre todo cuando el paciente sigue descuidando su salud, pese a conocer de tal padecimiento.
En un estudio realizado por expertos, se ha dado a conocer que para el año 2030, se tendrán al menos 23 millones de muertes en personas, derivado de estas enfermedades, las cardiovasculares.
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Y es que según revela, en el año 2019, antes que llegara el COVID-19, el 22.7 por ciento del total de muertes en el país fueron a causa de enfermedades cardiovasculares, principalmente por la diabetes, enfermedad isquémica del corazón e infartos al corazón. Así lo precisan los datos obtenidos por la consultora Deloitte en colaboración con Novartis.
“Las enfermedades cardiovasculares representan el 38 por ciento de las muertes de enfermedades no transmisibles. Realmente el número en América Latina es muy importante. Y no sólo eso, sino que en el futuro se espera que de este tipo de enfermedades”, declaró el líder del sector de ciencias de la vida y cuidado de la salud de Deloitte para LA y México, Alexandro Arias.
Cabe precisar que en el año 2019, los siguientes factores de riesgo tuvieron gran incidencia en la tasa de mortalidad por enfermedades cardiovasculares: la presión arterial alta o hipertensión arterial, el nivel de colesterol LDL alto, el alto índice de masa corporal y el consumo de tabaco.