Culiacán, Sinaloa. – ¿Te has propuesto perder peso y mejorar tu condición física este año? Si eres de los que inician con entusiasmo, pero luchan con dificultad por mantenerse en el camino saludable, no estás solo. Julio Mendívil, experto en nutrición, aconseja abordar estos cambios de manera gradual, evitando ajustes bruscos que puedan resultar en fatiga y desmotivación en poco tiempo.
En el ámbito de la alimentación, Mendívil recomienda controlar las porciones, permitirse postres de vez en cuando sin exagerar la ingesta de carbohidratos o azucares, y mantener una hidratación adecuada con suficiente agua.
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Respecto a la actividad física, propone comenzar con caminatas, progresar al trote una vez que se haya mejorado la condición física y, de forma gradual, incorporar otras actividades más desafiantes.
“La recomendación es hacerlo poco a poco; que los propósitos sean rentables y efectivos, darte esos gustos o antojos que en el transcurso de los días vas teniendo. Los nutriólogos no estamos en contra de eso; aquí lo importante es saber medir las porciones, la frecuencia. Por ejemplo, decir: “Ya lo consumí una vez a la semana; voy a ir moderándolo”. Entonces, ahorita es preciso ser conscientes. Hay que ser muy congruentes en los deseos o propósitos que nos hemos planteado en Año Nuevo”.
Reconoció que deshacerse de los viejos hábitos supone un desafío que requiere abordarse en diversas etapas. Pero consideró necesario tener en cuenta que la adopción de un estilo de vida más saludable no solo impulsa el bienestar general, sino que también actúa como un escudo protector contra problemas de salud, tales como la obesidad y la diabetes.
En resumen, destacó que la clave para alcanzar las metas de salud es la consistencia y la paciencia, adoptando cambios progresivos que puedan sostenerse a largo plazo.
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A SABER
Adoptar un estilo de vida saludable conlleva una serie de beneficios para la salud física y mental. Algunos de estos incluyen:
Mejora del bienestar general: Una vida sana promueve un sentido general de bienestar, contribuyendo a una sensación positiva y equilibrada en la vida diaria.
Salud Cardiovascular: La práctica regular de ejercicio y una dieta equilibrada pueden reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como hipertensión y enfermedades cardíacas.
Control del peso: Adoptar hábitos alimenticios saludables y mantenerse activo ayuda a controlar el peso corporal y prevenir problemas de obesidad.
Fortalecimiento del Sistema Inmunológico: Una dieta rica en nutrientes y la actividad física regular fortalecen el sistema inmunológico, ayudando a combatir enfermedades y virus.
Mejora del estado de ánimo: La actividad física libera endorfinas, neurotransmisores que contribuyen a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo.
Prevención de enfermedades crónicas: Adoptar un estilo de vida saludable puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer.
Mayor energía y vitalidad: Una alimentación balanceada y el ejercicio regular proporcionan energía sostenible, aumentando la vitalidad y la resistencia física.
Mejora del sueño: Establecer hábitos de sueño regulares y mantener un estilo de vida saludable contribuye a una mejor calidad de sueño.
Mejora de la concentración y la productividad: La actividad física y una dieta equilibrada están vinculadas a un mejor rendimiento cognitivo y concentración.