Guasave, Sin.- Una casa de dos plantas aún en obra negra fue el mudo testigo de los últimos días que la pequeña Reina vivió y no precisamente de la mejor manera en la sindicatura de Juan José Ríos al lado de su madre que ahora se encuentra detenida al ser acusada de su muerte por la Fiscalía General del Estado.
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La vivienda construida de material se encuentra aún sin enjarrar; el rojo de los ladrillos se evidencia como también la precariedad en la que la joven María Luisa y su hija sobrevivían a su condición de pobreza extrema donde dormían en el suelo todavía de terracería a merced de cualquier animal o inclusive personas.
La casa, de dos plantas y ubicada en una calle sin nombre en la última zona habitada de Juan José Ríos, luce con la parte superior aún sin techar y por su condición de abandono la joven tarahumara la tomó para estar ella y su hija bajo un techo, aunque no siempre fueron las únicas en ocuparla, ocasionalmente algunos malvivientes también la usaban.
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Dentro del inmueble se aprecia papel sanitario usado regado por cualquier parte, no sólo en el espacio donde se supone estará ubicado el baño; se avistan condiciones insalubres aun cuando es una casa hecha a base de material que se integra además de un área para cocina, comedor y sala, donde cuando menos en esta etapa el dueño realizó una fuerte inversión y ahora la tiene en venta.
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Al interior de la casa sólo se aprecia un mueble, es un pequeño sillón de color azul o al menos eso parece, pero se ignora si estaba ahí cuando Reina y su madre llegaron o si lo introdujeron mientras la ahora acusada estuvo bajo resguardo de las autoridades.
Tras esas frías y rústicas paredes, con los orificios de ventanas y puertas sin ningún tipo protección, Reina pasó algo así como los últimos 15 días de su corta existencia y no precisamente en buenas condiciones sino todo lo contrario: durmió en el suelo, pasó mucha hambre y sufrió maltratos, según testimonios de vecinos.
Uno de esos días, ya de finales de marzo, a la niña ya no la volvieron a ver, sólo a su mamá, quien a los días se fue de la casa supuestamente a unas cuarterías donde las autoridades la ubicaron.
El 21 de marzo encontraron el cuerpo semienterrado de Reina, muy al fondo del sector donde vivió con su madre, quien ahora en un vuelco en las investigaciones está siendo acusada por la Fiscalía de ser la presunta responsable de su muerte al haberla asfixiado.
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