ESTADOS UNIDOS.- Las autoridades de la ciudad El Monte, en California, detuvieron a tres mexicanos que pretendían vender un millón de pastillas de fentanilo.
Las personas que fueron detenidas son; Florencio Camacho, de 28 años; Gerardo Gaxiola, de 29; y Álex Valdez Oroz, de 25 años, quienes venían del estado de Sinaloa, de acuerdo con los reportes de las propias autoridades estadounidenses en un comunicado.
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Las autoridades estadounidenses señalaron que los mexicanos se reunieron con compradores para vender 10 mil pastillas por 7 mil 500 dólares, lo que sería una muestra para hacerse un intercambio mayor.
Llevaban el millón de pastillas en la carrocería y maletero de un vehículo Volkswagen blanco y fueron arrestados la mañana del pasado miércoles.
De acuerdo con las declaraciones presentadas con la denuncia, los demandados se reunieron con dos compradores en un restaurante en El Segundo el martes para discutir una venta de muestra de 10,000 pastillas de fentanilo, a la que seguiría un acuerdo por 1 millón de pastillas de fentanilo. Durante la reunión, Allan y Gaxiola se reunieron con los compradores mientras Oroz permanecía en el auto, un Volkswagen Jetta blanco, dice la declaración jurada.
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Después de la reunión, Allan y Gaixola fueron al estacionamiento donde supuestamente vendieron 10,000 pastillas de fentanilo a los compradores por $7,500. Los acusados luego abandonaron el restaurante bajo la vigilancia de las fuerzas del orden.
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Asimismo, Allan supuestamente confirmó con uno de los compradores que estaban interesados en hacer el trato de 1 millón de pastillas ese mismo día y le mostró a un comprador las pastillas, que parecían estar en el baúl del Jetta, a través de una videollamada de WhatsApp.
Al recibir información sobre la ubicación de dicho psicotrópico, la policía detuvo el tráfico del automóvil en el que cargaban esta droga, que estaba estacionado en un lote en un hotel de El Monte, registró el automóvil y supuestamente encontró aproximadamente 1 millón de píldoras de fentanilo en la carrocería y el maletero del automóvil. La policía luego arrestó a los tres acusados el miércoles por la mañana.
Se presume que todos los acusados son inocentes hasta que se pruebe su culpabilidad más allá de toda duda razonable en un tribunal de justicia.
Si es declarado culpable, cada acusado enfrentaría una sentencia máxima legal de cadena perpetua en una prisión federal.
