Navolato, Sin. – “Yo estaba agachado, escuché un ruido y al voltear hacia arriba vi que estaba colgado muerto y lo bajé”, después mediante señas explica que le dio reanimación cardiopulmonar y le metió un palo en la boca a Guadalupe porque se estaba mordiendo la lengua, narra Alfonso, uno de los tres trabajadores que resultó ileso, dónde uno de sus compañeros falleció al recibir una descarga eléctrica y otro más resultó con quemaduras en el cuerpo.
Con un sombrero de color gris, y una camisa de manga larga del mismo color cuenta su versión una y otra vez a policías municipales, a un empleado de la Comisión Federal de Electricidad y a personal de la Fiscalía General del Estado que inició la investigación sobre el deceso.
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Un trabajador de la CFE le comentó a Alfonso que tuvo suerte en la maniobra que llevó a cabo para bajar a Guadalupe debido a que en ese momento no había energía eléctrica ya que en caso contrario mínimamente presentaría quemaduras en el cuerpo.
Alfonso tiene 15 días que entró a laborar en la empresa que le trabaja a la Conagua y al ver a su compañero colgando del cable de alta tensión de la CFE le salvó la vida y luego paramédicos de Cruz Roja de Navolato lo auxiliaron y trasladaron en una ambulancia hacia un hospital de ese municipio.
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Por Edrulfo no puedo hacer nada porque falleció instantáneamente junto a la grúa en la que llegaron a unas tierras de cultivo que se localizan cerca de la carretera que comunica de La Pipima hacia El Potrero en la sindicatura de Sataya, Navolato.
