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Voracidad imparable

Culiacán, Sinaloa, 22 de enero 2024. Para mostrar “solidaridad” con Acapulco, luego de los daños que sufrió, provocados por el huracán Otis, los potentados agrupados en...

Jorge Guillermo Cano
Jorge Guillermo Cano | Jorge Guillermo Cano

Culiacán, Sinaloa, 22 de enero 2024. Para mostrar “solidaridad” con Acapulco, luego de los daños que sufrió, provocados por el huracán Otis, los potentados agrupados en la Asociación de Bancos de México han expresado su intención de realizar, en abril próximo, su siguiente cónclave en el puerto guerrerense.

Que asistirán dos mil personas, dice el dirigente de los banqueros, Julio Carranza, cuando el país se encuentre en plena campaña presidencial, como ha sucedido en sexenios anteriores.

Que van a asistir (sin duda, es la “tradición”) las candidatas Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y, a falta de Samuel García, el relevo de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez.

Ese va a ser “un atractivo especial”, dicen los banqueros, que siempre han utilizado esas pasarelas para negociar privilegios, y por eso tiene relevancia la cuestión.

También irá, a la ceremonia de clausura, el presidente López Obrador.

BANQUEROS INTOCADOS

Y los candidatos ¿Qué dirán? En hablando del fondo del sistema, creo que nada realmente relevante. Los banqueros, con la tolerancia o complicidad del gobierno, seguirán haciendo prácticamente lo que les dé la gana.

Todo indica que, con algunos cambios en la forma, la línea gubernamental seguirá sin tocar los intereses del capital bancario, es decir de sus privilegiados dueños, nacionales y extranjeros.

Es en este rubro, muchas veces aquí señalado, que el gobierno de AMLO no ha mostrado la necesaria consecuencia, si de proteger el interés general se trata. Queda a deber en ese sentido.

SIGUE LA MATA DANDO

Nada más en el primer semestre del año pasado, los 50 bancos que operan en nuestro país ganaron 138 mil 615 millones de pesos, un 25.2% más que en el 2022.

Casi al término del segundo semestre (el periodo calculado es de enero a noviembre, por lo que la cantidad debe ser mayor) las ganancias llegaron a 248 mil 23 millones de pesos, 16.9% más que en el 2022, cuando fueron de 212 mil 16 millones. Todo, de acuerdo con cifras oficiales de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

¿Cómo es que los dueños de los bancos obtienen tales exorbitantes ganancias, que hemos calificado de obscenas?

Todo mundo lo sabe: altas tasas de interés, marcado desfase entre los intereses que se pagan a los ahorradores y los que se cobran a deudores, comisiones al por mayor (abusivas, leoninas) y más.

No es para nada dato menor: con el cobro de intereses la banca mexicana obtuvo, en el periodo de enero a noviembre del año pasado, la estratosférica cantidad de un billón 465 mil 983 millones de pesos.

¿HASTA CUANDO?

Por si algo faltara, los servicios bancarios son cada vez más deficientes, con todo y su cacareada “modernidad”; no pagan los banqueros a personal suficiente, sus cajas automáticas presentan continuas fallas y con frecuencia hacen cargos sin justificación, reteniendo el dinero de los ahorradores.

En suma, la bancarización excesiva, como ya lo hemos dicho en múltiples ocasiones, está diseñada para beneficio de los enfermos acumuladores de capital.

La cuestión es la misma de hace decenios: ¿Hasta cuándo se permitirán los evidentes abusos “legales”? ¿Hasta cuándo el gobierno en turno dejará hacer y deshacer al llamado sector bancario? ¿Hasta cuándo?

EN EL TINTERO

  • Como bien ha dicho la titular de la SRE mexicana, Alicia Bárcena, “la violencia armada y la proliferación de las armas de fuego en manos de civiles, sólo puede entenderse a raíz de un tráfico transfronterizo desregulado”, lo que prevalece en Estados Unidos a conveniencia de los vendedores de armas.
  • Solo en el marco de la llamada “real politik” (la política al margen de la ética) se pueden entender muchas de las reediciones, alianzas y sociedades que el morenismo está haciendo con vistas a las elecciones de este año. ¿Necesitan eso?
  • De los otros “partidos” de los convenios delictivos (las elecciones a subasta en el mercado) nada qué esperar. Están peor.
  • De las expresiones oficiales ridículas: “está siendo investigado” o “se abrió una carpeta”.
  • Se roban el metal hasta de las alcantarillas, cables y más ¿Quién les compra lo robado? ¿No lo saben?
  • Desvergonzada, sin más, la campaña mediática contra el presidente por el caso de una lectora de noticias que se cambió de chamba.
  • Del crítico lector (Héctor Mendoza): “La guerra sucia es el único camino que le queda al llamado FUERCO y apoyar al batidillo prianredista es avalar la corrupción más descarnada, por donde le busquen”. ([email protected]).

 

Fuente: Internet

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