El calendario regular de la Major League Baseball está a punto de extinguirse. Nueve jornadas la separan de los playoffs, incluyendo la que se juega hoy 27 de septiembre, para darle paso a la siempre emocionante postemporada que esta vez será distinta a todas las que se hayan celebrado, porque se amplió el número de clasificados.
Con el final del rol empiezan las especulaciones sobre los ganadores de los trofeos más importantes, como el Novato del Año, Jugador Más Valioso y Manager del Año. Pero existe un premio más no menos interesante: el “Cy Young”, reconocimiento que se otorga al mejor serpentinero de cada circuito.
En ese rubro la pelea está bastante cerrada en la Liga Nacional, mientras que en la Americana parece ya tener dueño en la persona de Justin Verlander, el estelar lanzador de los Astros de Houston cuya novena fue la segunda en rebasar el centenar de victorias esta campaña.
Muchos nombres se han manejado sobre el posible ganador del “Cy Young” en la Nacional, y siempre que se habla de una lista, en la misma aparece desde el año pasado el sinaloense Julio César Urías, a quienes muchos consideran que en el 2022 fue menospreciado y que sus 20 victorias no bastaron para que los votantes le dieran los puntos suficientes que lo hubiera convertido en el segundo mexicano en la historia en ganar ese premio, después de Fernando Valenzuela.
Urías, que lanzará mañana miércoles ante los Padres, está otra vez en calidad de favorito. Es líder en efectividad con 2.25 (departamento cuyos números, dicen, le impidió ganar ese trofeo el año pasado), récord de 17-7 con 157 ponches y un whip de 0.95. El culichi ha sido el pitcher más dominante desde el juego de estrellas a la fecha, pero no le asegura nada.
Pero hay alguien que le pisa los talones y a quien ven con más oportunidades. Me refiero al estelar de los Marlins, Sandy Alcántara. El dominicano tiene marca de 14-8 y está un escalón debajo de Urías en efectividad, con 2.32. Es decir, sólo siete milésimas.
Las razones por las que lo sitúan por encima del mexicano son las siguientes; está con una organización con menos poder económico, con un plantel ofensivo nada equiparable a la de los Dodgers, con un equipo que desde el arranque se proyectó con reducidas posibilidades de clasificar, y porque ha sido el pitcher que ha sacado la cara por el equipo.
Alcántara supera a JC en innings lanzados (220 por 164 del mexicano), en ponches (199 por 157) y casi parejos en whip (0.99 por 0.95). Pero eso no es todo. El brazo de Sandy se ha encargado de cubrir la ruta completa en cinco ocasiones, con una blanqueada que es poco común para un pitcher hoy en día, a menos de que vaya lanzando sin hit ni carrera.
También Zac Gallen (Arizona) se ha subido al camión que lo lleve a ganar ese premio. Gallen escribe cosas similares a las de Alcántara, como estar en un club con poca proyección (ya eliminado, al igual que los Marlins), con números de 12-3 en G-P, 2.46 en efectividad y tres departamentos más en los que supera al de La Higuerita (IP con 172, ponches con 180 y whip con 0.89).
Antes de que sufriera una lesión, Tony Gonsolin estaba convertido no solo en el mejor pitcher de los Dodgers, sino en una verdadera revelación. El hombre llegó a tener marca perfecta y se fue al hule con números de 16-1 en ganados y perdidos, y una magnífica efectividad de 2.10. Desafortunadamente para él, ahora que estará de regreso, sus aspiraciones se esfuman (al menos por su PCLA) porque no reúne el mínimo de innings lanzados (tiene 128.1 cuando deben ser arriba de 162).
Otro lanzador de los Dodgers podría estar en la pelea; Tyler Anderson con su 15-4, 2.52 PCLA y 125 ponches. Anderson lanzaba hoy martes.
El camino pues, para el mexicano, todavía no está libre de obstáculos. Y mucho dependerá de sus próximas dos salidas (la primera este miércoles) que serán las últimas del rol regular antes de convertirse en el pitcher número uno para el equipo en la postemporada.
A Verlander hay que empaquetarle el trofeo. Sus números así lo indican: 17-4 con 1.82 de efectividad, la mejor de todas las Grandes Ligas hasta hoy.
