Los Naranjeros tienen medio campeonato en la bolsa. Le pegaron dos fuertes coscorrones a Mazatlán en el arranque de esta serie que parece no llegará a un séptimo encuentro como muchos pensaban. El equipo se metió en un carril con señales de un destino hacia su título 17 y sin que exista freno de mano, y con olor a naranja.
Ligaron su noveno triunfo desde que perdieron aquel segundo choque de su serie eliminatoria ante Navojoa en Hermosillo, haciéndolos ver casi invencibles y sin posibilidades de que pueda surgir alguna rendija por donde pudiera escapárseles la corona. Este equipo simple y sencillamente cambió su chip después de una primera vuelta que los abrazó en un sexto lugar.
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Su ofensiva demolió al abridor Braulio Torrez-Pérez el sábado obligándolo a ser removido casi en el amanecer del partido, y su refuerzo Manny Barreda cumplió con su papel colgando seis ceros con alfileres en un magistral duelo con Odrisamer Despaigne, en cuyo exprimido brazo estaban depositadas las esperanzas de igualar esta batalla, pero que terminó perdiendo por 1-0.
Digamos que la balanza se ha inclinado por lo pronto por ese titubeo de Torres-Pérez en los tres primeros innings, pero también gracias a que la ofensiva logró aprovecharlas para tomar una ventaja tempranera que resultó difícil remontar para los porteños.
En ese inter, destacar obviamente el trabajo de relevo de cuatro lanzadores que se encargaron de maniatar apenas en un hit a los bats porteños en los cinco capítulos restantes tras la salida del abridor Joe Van Meter. La combinación pitcheo-bateo hizo su tarea para los Naranjeros en aquel 8-2 del sábado, pero la historia del segundo juego se escribió casi con el mismo guion, teniendo a los lanzadores como figuras importantes.
Los Venados regresan a su casa a partir de este martes esperando que la suerte les cambie, pero donde también todo puede acabar. La gran racha de Hermosillo que no respeta patio ajeno (barrió a Mayos y Águilas en sus inmuebles) y con la motivación de estar arriba 2-0 jugarán un papel clave.
Mazatlán necesita que Ramiro Peña y Niko Vázquez vuelvan a tomar ese rol protagónico que enseñaron contra Charros y Tomateros. Entre ambos apenas han aportado un hit en ocho turnos. La carga ofensiva la han dejado en manos del “Cacao” Valdez y de Jesús Gaitán, cuyos tres indiscutibles de cada uno de poco han servido cuando los de arriba tampoco han alcanzado bases.
Vamos a ver qué pasa.
