Naranjeros y Venados disputarán la final de la temporada 2023-2024, que por cierto se adelantó apenas unas cuantas horas después de que Mazatlán liquidara a los Tomateros, iniciando el sábado y no el domingo, como originalmente estaba programada.
Tal vez no era la serie titular que muchos nos imaginamos tras concluir la primera vuelta, cuando Guasave y Navojoa terminaron esa fase en las dos primeras posiciones, seguidos de Culiacán y Los Mochis, pero el segundo giro siempre tiene cosas diferentes que no podríamos llamar sorpresas, sino ajustes importantes en todos los aspectos y todos los rubros que van desde contrataciones y lesiones.
Dentro de esos ajustes podría ejemplificar el caso de los Charros de Jalisco, que se levantaron del fondo del standing (noveno lugar) para ser líderes de la segunda mitad, en donde mucho tuvo que contribuir el cambio de timonel con la llegada de Benjamín Gil, que le cambió el rostro y la actitud por completo al equipo. Sin embargo, a los tapatíos no les alcanzó lo suficiente para estar en la final.
Guasave no fue ni la copia del equipo que dominó la primera parte del torneo. Aun así, muchos lo veíamos con el potencial para alcanzar de nuevo la final que le permitiera aspirar a borrar esa extendida racha negativa de no levantar un trofeo, pero se les cruzaron en el camino unos caballeros Águilas de Mexicali que se clasificaron en el último día de campaña regular, pero que se quedaron sin combustible tras esa titánica lucha de cierre de rol y la serie contra los Algodoneros, por cierto, fue la única batalla que se fue al límite.
Los Cañeros solo habían tocado fondo en las primeras jornadas por ausencias importantes en su roster. De allí en adelante todo fue color de rosa y su sueño de un bicampeonato se mantuvo latente todavía hasta cuando se conoció a su rival, los Tomateros, al que muchos pensaron los doblarían sin muchos problemas. Pero su eliminación, como la de Guasave con Mexicali, fueron dolorosas e inesperadas.
Hermosillo y Mazatlán no corrieron con suerte. Señalarlo así sería restarles el mérito que ahora los tiene en la serie final. Mejor reconocerles que hicieron mejor las cosas, que jugaron un mejor beisbol y que sí aprovecharon los errores en el campo, limitaciones o decisiones equivocadas del adversario, es porque todo eso forma parte del mismo juego.
Veo una final que milimétricamente pudiera estar inclinada a favor de los Naranjeros, pero también a unos Venados bastante motivados bajo el mando de un Luis Carlos Rivera que ha movido las piezas como un genio del ajedrez.
Por cierto, en esta serie titular existen muchas cuentas pendientes. Recordar que será la cuarta confrontación entre ambas novenas y que todas las ha ganado Hermosillo.
