Nunca me ha gustado la forma de dirigir de Dave Roberts con los Dodgers de Los Angeles, a pesar de que el controvertido piloto ya suma dos Series Mundiales que se pueden multiplicar por el trabuco que le han armado. Pero simpatizo con sus ideales al solidarizarse con su ex mentor Bud Black y remeter contra la directiva de los Rockies de Colorado, el peor equipo de este 2025 en las Mayores.
Roberts tiene bastante razón al declarar que existen unos verdaderos culpables en el pésimo rendimiento de Colorado y no son ni el manager ni los jugadores, sino la directiva ante la falta de inversión de un club que arrastra el nombre y el orgullo no de ahora. La escuadra ha navegado en los últimos lugares de su división en los últimos años.
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Los Rockies han tenido el peor arranque de su historia ganando apenas 7 de los primeros 41 juegos, que en porcentaje representa una cuarta parte del calendario regular. Los malos resultados fueron ya intolerables para los dueños que el fin de semana pasado decidieron despedir a Black, quien venía ocupando ese cargo desde 2017.
Fue entonces eso lo que motivó a Roberts tocar el tema y solidarizarse con Bud, con quien formó parte de su cuerpo técnico cuando Black dirigió a los Padres de San Diego durante cinco temporadas (2011 a 2015), antes de sumarse al proyecto de los Dodgers que cocinaron una aplanadora para convertirse en el equipo más competitivo en los últimos seis años.
Entre los dardos que Roberts lanzó contra los directivos fue señalarles que ni con el mejor mánager del planeta los Rockies podían estar mejor. Y le asiste toda la razón.
Colorado no tiene pies ni cabeza, será el trampolín de todos aquellos que buscan estar en postemporada y en cada juego estarán pisoteando las gloriosas actuaciones cuando en sus filas militaban elementos como Andrés Galarraga, Vinny Castilla, Larry Walker y Dante Bichette, solo por mencionar algunos, en una época en la que se les conoció como “Los Bombarderos de la Calle Blake”, por la facilidad con la que conectaban cuadrangulares.
Black fue cesado días después de que los Piratas de Pittsburgh hicieron lo mismo con Derek Shelton, quien también no pudo levantar a su escuadra, a la que dejó en la última posición de su división.
Los Rockies difícilmente se levantarán, a menos de que –nada probable- viniera una inimaginable reacción. Su récord negativo los ubica en la última posición de la división Oeste en la Liga Nacional a 20 juegos del primer lugar. Y tan compleja es su situación que tampoco ven una luz al final del túnel en la oportunidad de aspirar al menos a uno de los tres boletos de comodín, porque en ese renglón están a 16.5 juegos del tercer lugar en poder de los Gigantes.
