El pasado martes 8 de noviembre se llevaron a cabo las elecciones intermedias de Estados Unidos, en las que se renovó la totalidad de la Cámara de Representantes, un tercio del Senado y numerosas gubernaturas y cargos locales. El escrutinio parcial de la votación proyecta el triunfo del Partido Republicano en la Cámara baja y una contienda reñida para la Cámara alta y los gobiernos estatales con una ligera ventaja de los republicanos.
La “ola roja” no llegó
Como era de esperarse históricamente, el partido del presidente pierde poder político en las elecciones intermedias. Sin embargo, el pronóstico de la “ola roja” republicana no llegó. Analistas políticos y casas encuestadoras apuntaban a una victoria abrumadora del Partido Republicano, basando sus argumentos en opiniones como la baja popularidad del presidente Biden y de problemas que molestaban al electorado como el aumento de la inflación. Pero la “ola roja” se desvaneció de manera inesperada, dándole un golpe al Partido Republicano.
La explicación de este suceso puede entenderse debido a la nominación de candidatos negacionistas de las elecciones y extremistas de derecha, así como por la poca claridad de un plan de gobierno, lo que le pasó factura al partido entre sus simpatizantes electorales.
Una gran contienda demócrata
Cuando se trata de perder, es importante el qué tanto se pierde y el cómo. Si bien, se proyecta que los demócratas perderán el control de la Cámara de Representantes, hasta ahora la diferencia es de sólo 13 escaños contra los republicanos. Esto representa la menor pérdida de escaños en las primeras elecciones de medio término de cualquier presidente demócrata en los últimos 40 años.
Por su parte, la delantera del Senado se encuentra a tan sólo un escaño de diferencia con contiendas en Arizona, Georgia y Nevada para definir al partido ganador. Mientras que en las gubernaturas la diferencia hasta el momento a favor de los republicanos es de 2 estados, siendo las mejores elecciones de gobernadores en medio término para los demócratas desde 1986. Esto representa una gran contienda demócrata, saliendo de las intermedias con pocas pérdidas y con un inesperado apoyo de las y los votantes.
¿Cómo afectará a México este cambio en la balanza de poder?
En cuestiones de política exterior, las elecciones intermedias no giraron alrededor de los asuntos con nuestro país. Los reflectores más bien estaban puestos en la posición de Estados Unidos ante la guerra entre Rusia y Ucrania. De este modo, Biden declaró su disposición de continuar el enfoque bipartidista para confrontar la agresión rusa.
Sin embargo, siguiendo la constante histórica de la política de seguridad de Estados Unidos, un tema que seguirá en la mesa es el flujo migratorio de la frontera con México. Perder la mayoría del poder político podría obstaculizar el nuevo enfoque de Biden para una migración ordenada, segura, regular y humana en la región.
Próximos 2 años de Biden
Para dirigir la Unión Americana es necesaria la colaboración entre partidos. El presidente Biden declaró el pasado miércoles que, sin importar los recuentos finales de los votos, invitará a los líderes demócratas y republicanos a la Casa Blanca para discutir el rumbo político del país.
Durante una conferencia de prensa Biden declaró que está preparado para trabajar con sus colegas republicanos. Así mismo, dejó muy en claro los compromisos de su agenda que no está dispuesto a negociar: no aceptará recortes en la seguridad social, el seguro médico, vetará cualquier intento de aprobar una prohibición nacional del acceso al aborto y desaprobará cualquier propuesta republicana que empeore la inflación y la crisis climática.
Hacia las elecciones presidenciales del 2024
La carrera hacia las elecciones presidenciales del 2024 ha comenzado. Los siguientes dos años dibujarán el camino hacia la esperada contienda electoral en la que hoy ya figuran posibles candidatos.
Por el ala demócrata, tenemos al presidente Biden quien ya ha anunciado sus intenciones de postularse para la reelección. Como contrincante podría tener al gobernador de California, Gavin Newsom quien acaba de ganar fácilmente su segundo periodo de mandato para el estado californiano.
El ala republicana pinta un escenario interesante con miras al futuro. Tenemos nada más y nada menos que a Donald Trump dispuesto a lanzarse para recuperar el liderazgo de la Unión Americana. Se podría creer a simple vista que es un candidato fuerte; sin embargo, esta narrativa parece quedarse en la imaginación colectiva más que en los hechos.
Si tuviéramos que escoger un perdedor de las intermedias, sería Trump. Actualmente se encuentra ante decepciones y malestar en el Partido Republicano debido a que varios de los candidatos para las elecciones intermedias respaldadas por él se enfrentaron a la derrota. Parece ser que el apoyo del expresidente no es tan fuerte para convencer al electorado. Mientras tanto, quien podría plantearle competencia sería Ron De Santis, ganador a la gubernatura de Florida por segunda ocasión con un gran apoyo de calle.
Cabe preguntarse si tendremos una revancha entre Trump y Biden en el 2024 o si veremos nuevas caras postulándose para la presidencia. El próximo 15 de noviembre Trump dará un “anuncio importante”, el cual se espera que sea su candidatura oficial para el 2024. Por su parte, Biden anunciará su decisión para la candidatura en el 2023. Esto nos deja con la visión de que el futuro político de Estado Unidos comienza a dibujarse.
