El 8 de noviembre se llevarán a cabo las elecciones intermedias de los Estados Unidos conocidas en inglés como “midterms”. Este ejercicio democrático realizado cada 2 años después de las elecciones presidenciales, es de suma importancia para el país estadounidense. En las urnas se decidirá la renovación total de la Cámara de Representantes, un tercio de los escaños del Senado, 36 gobernaciones y numerosos cargos locales.
Las elecciones intermedias son llamadas así porque se realizan a mitad del periodo de cuatro años del mandato presidencial. Son un termómetro del sentir del pueblo estadounidense hacia la administración en cargo y durante décadas se han caracterizado por aplicar el “voto de castigo”, otorgándole la mayoría en el Congreso al partido de oposición. Desde 2020 el Partido Demócrata ha consolidado su poder político al ganar la mayoría en las dos cámaras del Congreso y el Poder Ejecutivo con Joe Biden en la presidencia. Sin embargo, esta consolidación del poder se encuentra tambaleándose frente a las próximas elecciones. La historia respalda que el Partido Republicano pueda recuperar su influencia en alguna de las cámaras del Congreso. Así mismo, el descontento de la economía por la inflación récord en el mandato de Biden es un tema que sin duda le pasará factura beneficiando a su oposición.
¿Qué dicen las encuestas?
Según el prestigioso sitio de estadísticas FiveThirtyEight, los republicanos cuentan con una proyección favorecida para ganar la mayoría de la Cámara de representantes. Por su parte, las estadísticas se encuentran más reñidas para el futuro del Senado, sin una mayoría contundente inclinada a un partido político. Las últimas proyecciones apuntan a los demócratas a la delantera con una ligera ventaja contra los republicanos.
Claves para el futuro de las elecciones
Existen seis estados que podrían marcar la diferencia sobre el futuro de estas elecciones:
Arizona, Michigan, Nevada, Pennsylvania, Georgia y Wisconsin. Estos estados aún no muestran pintarse del “rojo republicano” o del “azul demócrata”, representando una jugada crítica para el control del Senado y de los gobiernos estatales.
¿Cómo afectaría a Biden?
El presidente Biden se encuentra con una popularidad a la baja, con 42.3% de aprobación. Perder la mayoría en el Congreso complicaría la agenda del demócrata en temas como el acceso al aborto, una mayor regulación de la venta de armas de fuego y el combate a la crisis climática. Así mismo, los próximos dos años de mandato de Biden serán decisivos para el ambiente electoral de las elecciones presidenciales del 2024. El presidente ya ha expresado su intención de reelegirse, por lo cual la segunda mitad de su mandato definirá su futuro político y la popularidad del Partido Demócrata.
De cara a las intermedias
A menos de 2 semanas de las elecciones intermedias, sigue en juego el triunfo del Senado, las encuestas son cambiantes y existen 6 estados sin una inclinación política mayoritaria. Sólo cabe decir que el futuro democrático de Estados Unidos sigue escribiéndose y que aún es posible un giro en las encuestas de los próximos días. Estemos atentas y atentos a los resultados el próximo 8 de noviembre.