Los Rangers de Gapsa fueron los campeones de la temporada 2024 de la Liga de Beisbol Japac clase abierta, contra todos los pronósticos. Esto comprueba que en ningún deporte existe el enemigo pequeño, como tampoco nunca se debe subestimar a alguien.
Vencieron al gran favorito Japac en tres juegos que quedan para la historia como los más emocionantes que se recuerden en una serie final. Fueron duelos que pulverizaron los pronósticos de aquellos que visualizaron una contienda desigual con marcadores alarmantes.
Pero muchos se preguntaron ¿la tropa de Daniel Yerena dio la gran sorpresa o Japac hizo el gran fracaso? Posiblemente esto último aplique en un equipo diseñado -desde hace ya varias campañas- para ser siempre no solo el principal protagonista, sino el que tiene que levantar la Copa.
En cada temporada y previa a la misma, los vaticinios son los mismos. La consideran como una Liga donde el gran favorito es Japac, por la clase de jugadores que lleva a su roster.
Sin embargo, en las últimas dos campañas ese pronóstico se ha ido a la basura. En el 2023 perdieron la serie titular contra Agrolas, y ahora contra unos Rangers que consiguieron su clasificación de último momento, en la décima y última jornada del calendario regular. Pero eso no los hacía menos importante.
Los Rangers no se intimidaron en ningún momento. Si bien su roster no tenía contrapeso ante el del rival, antepusieron el corazón y sus deseos de escribir una historia llena de gloria. Así quedó escrita en los resultados de tres partidos en los que no flaquearon y que pudo haber sido más ofensivo (barrida) de no haberse perdido aquella ventaja de 5-0 que tuvieron en el primer desafío.
A la novena anfitriona tal vez ya le empiece a cobrar factura el tiempo con algunos jugadores, y eso es para tomarse muy en cuenta si quieren revertir las cosas el año próximo. Uno de sus estelares, José Ángel Uzeta, enseñó la otra cara de la moneda en sus actuaciones; Armando “Coruco” Félix fue relegado a la banca y su corredor estrella, Efrén de Jesús García, nunca pudo solucionar sus problemas de lesiones.
En cambio, con los Rangers la combinación de juventud con experiencia fueron factores determinantes para asestar este golpe de autoridad. Hubo muchas revelaciones, como las del lanzador zurdo, Fernando Bernal, que fue un arma letal y un as que estaba oculto en las mangas del equipo.
Javier Díaz, su campo corto, y Christian Arenas, que nunca se cansó de batearle tanto a Uzeta como a Radamés Robledo, han levantado la mano para patentarse como la sangre nueva y del futuro en este equipo, o con quienes quisieran jugar el año próximo.
Los Rangers se transformaron una vez concluido el calendario regular. Así de fácil. Barrieron a su rival en semifinales (A Discusión), y ya motivados e imparables, simple y sencillamente accionaron el botón de la victoria sin ningún complejo y temor de que en la final debían bailar con la más fea.
Y si algo nos dejó esta temporada, es que se confirma que los enemigos invencibles no existen.
