Soy de los que afirma que el Congreso local no debe reducirse, ni aumentarse, pero debe replantearse desde un ejercicio de reflexión crítica, bajo una nueva forma de integración de cuerpo legislativo. Actualmente, nuestra Constitución y leyes electorales locales nos marcan dos vías para la obtención de una curul local de las 40 existentes. La primera es la vía de mayoría ganando un distrito uninominal de los 24 en los que se divide Sinaloa y 16 de representación proporcional, que forma la denominada “lista de partidos”.
En concreto, la propuesta que debemos explorar es una tercera posibilidad que otorgue 8 de esos 16 curules a los segundos mejores lugares, es decir, aquellos que resultaron perdedores en las contiendas, pero que, por la diferencia de votos en el proceso electoral, no les fueron del todo adversos, es decir, que tuvieron un respaldo significativo de apoyo popular en sus candidaturas.
Así, las cúpulas de los partidos tendrían la posibilidad de buscar menos espacios de representación proporcional, y el incentivo verdadero, estaría en aquellos perfiles que busquen el aval del voto ciudadano haciendo campañas efectivas premiadas con la posibilidad de incorporarse por la vía de la primera minoría distrital.
Tomando en cuenta los resultados actuales, las y los candidatos que podrían acceder al cargo como mejor segundo lugar sería Gladys Lourdes Obeso de el Distrito 12 de Culiacán que obtuvo 17,799 votos apenas 2,068 votos debajo de la electa Yadira Marcos, quien estuvo a punto de perder su distrito electoral. Luis de la Rocha en el distrito 13 de Culiacán en donde logró como opositor 21,175 votos.
Sadol Osorio Porras del distrito 14 en Culiacán, también por el frente opositor obtuvo la mayor cantidad de votos de las y los candidatos registrados por el PAN, PRI, PRD y PAS con 25,434 votos, buenos pero insuficientes para alcanzar los 30,708 de su competidora morenista pero en posibilidad también de acceder a un curul local como mejor segundo lugar si la legislación local lo permitiera. María del Rosario Osuna Gutiérrez en el distrito 21 de Mazatlán recibió también 25,008 votos, contra los 32,354 de su contrincante morenista que obtuvo la mayoría.
Como vemos, en el próximo congreso local habrá diputados que, con menos votos en la urna, terminarán representando a los ciudadanos, y por el contrario, candidatos que obtuvieron una significativa cantidad de votos, y no tendrán manera de acceder al espacio por jugar “en el distrito equivocado”.
Una legítima solución es la que se propone, idea que no es descabellada porque entidades federativas como Jalisco ya la tienen vigente, logrando una representación justa y equitativa, apegada más a la decisión mayoritaria que a los intereses cupulares de los partidos.
Ahora bien, sin mal, -parafraseando a Gil Gamés-, bajo esta lógica de asignación de curules por los mejores segundos lugares, desaparecerían las plurinominales en el bolsillo de Gómer Monárrez e Irma Moreno en el PRI, Felicitas Díaz y Zenén Xóchihua en el PAN, Sergio Torres en MC, Víctor Antonio Corrales en el PAS y Almendra Negrete en Morena. Para bien de ellos, esto es solo una propuesta. Para mal de nuestra democracia “idealmente” representativa, esto no puede ser sino una locura. ¡Pero, politólogo! ¿Cómo se te ocurre creer que los dirigentes perdedores dejarán de tomar el botín por el cual dirigen? ¡Ellos perdiendo ganan, para eso son pluris, son pluris y a guuuuusto! en otra paráfrasis que no necesita mayor referencia. Luego le seguimos.