El grave problema con la empresa PASA, concesionaria del servicio de recolección de basura en Guasave, fue provocado por la tremenda irresponsabilidad en que incurrieron anteriores gobiernos municipales, aquellos que han firmado los convenios y los que han dejado de cumplir con el pago de las mensualidades acordadas.
Y por la seriedad del caso, lo que se requiere para encontrar una solución son decisiones responsables de gobierno, que generen confianza y empatía con la sociedad, la que jugaría también un papel protagónico en el asunto con participación directa y dando un voto de confianza a la autoridad.
También será necesaria la participación de los trabajadores al servicio del ayuntamiento de Guasave y de la empresa.
Esta crisis que ahora se tiene no se ha dado por generación espontánea, sino que es consecuencia de una larga cadena de complicidades entre funcionarios de diversos gobiernos y seguramente ejecutivos de la propia empresa.
No se entiende de otra manera el hecho de que se haya dado tanta tolerancia en cuanto al desfasamiento de los pagos conveniados con la empresa, lo que impactaba en la calidad del servicio prestado.
Pero menos se entiende en aras de qué la misma empresa haya permitido la acumulación de millones y millones de pesos en deuda y que a pesar de ello buscara y lograra por todos los medios renovar el contrato al vencérsele su periodo de 15 años en 2016.
Peor aún, ¿cómo es posible que haya permitido que el retraso en los pagos se situara por el orden de los 50 millones de pesos?
En estos momentos, ante la insolvencia financiera del ayuntamiento, todo queda en manos de la empresa.
Si este gobierno municipal tiene un bono de confianza, bien lo podría utilizar para poner una hasta aquí a este problema que ha tomado dimensiones insostenibles, que nunca debieron haberse alcanzado si autoridades y empresa hubieran actuado con responsabilidad.
Basta ya. Ha sido mucho el daño que se ha hecho a Guasave con decisiones de gobierno tramposas, licitaciones a modo que se traducen en jugosos negocios entre políticos y empresarios, lo que permite hacer obras de pésima calidad que se derrumban en poco tiempo o tener peores servicios públicos, pero todo cobrado como si lo hicieran cumpliendo con las más rigurosas normas de calidad.
Aunque el gobierno de Aurelia Leal ha recibido este tremendo paquete de herencia, le corresponde buscar soluciones.
Si las decisiones que se tomen se hacen con transparencia, con la participación de los diversos sectores de la sociedad, y con un gran compromiso de manejo honesto de los recursos materiales y humanos que se usen, que convenzan a la gente de que las cosas se están haciendo bien, es seguro que los guasavenses darían todo el respaldo.