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No sirven para servir

Un sencillo hecho de tránsito en el que participa una funcionaria del Ayuntamiento de Ahome, nos brinda la oportunidad para reflexionar sobre la relevancia que tiene...

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Un sencillo hecho de tránsito en el que participa una funcionaria del Ayuntamiento de Ahome, nos brinda la oportunidad para reflexionar sobre la relevancia que tiene la conducta de los servidores públicos, en todos los niveles.

De acuerdo a la nota de Línea Directa, la Directora de la Unidad de Inversión del Ayuntamiento de Ahome llegó en su camioneta al edificio de gobierno y la dejó estacionada en una zona exclusiva para personas con discapacidad.

Ese hecho pudo ser producto de un error al no percatarse dónde dejaba su vehículo, o por abuso de poder y soberbia al pensar que por ocupar un cargo en el municipio puede actuar de esa manera.

Lo primero a cualquier ciudadano o funcionario le puede pasar. Lo segundo solo a quienes no son aptos para desempeñar una responsabilidad en el servicio público.

El asunto pudo resolverse reconociendo con humildad el equívoco e incluso ofreciendo una disculpa pública por la acción indebida, pero la reacción de la funcionaria fue de prepotencia y enojo e incluso acudió al sitio con otro funcionario para amedrentar al agente de Tránsito que levantó la infracción, que valientemente se mantuvo en su postura.

El agravante es que salió a la luz pública el hecho de que la protagonista del bochornoso hecho ya había sido despedida antes de un cargo público debido a que falseó información en su currículum, al establecer ahí que tenía una maestría, cuando se comprobó que no era cierto.

¿Quién y porqué recontrató a la funcionaria pese a esos antecedentes? Ni ella al solicitarlo, ni quien haya autorizado el nuevo cargo público actuaron con honestidad.

Y es que muchos no acaban por entenderlo. El estar en el servicio público, en cualquier nivel, es una extraordinaria oportunidad para servir a los demás, no para servirse y dar rienda suelta a su arrogancia, despreciando los derechos de otros y viéndolos como inferiores. También, que esa responsabilidad exige una conducta recta y gran compromiso con elementales normas de convivencia social. Cuando menos así debería serlo.

Fuente: Internet

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