Ya lo he referido en otras ocasiones, pero al tenor de los “apoyos” que la oposición derechista de México da abiertamente al estrambótico trumpismo norteño, pese a sus agresiones, conviene retomar el tema.
El afán de la traición cuenta con muchos referentes en los últimos tiempos. En el colmo de la inconsecuencia y el despropósito, el expresidente panista Felipe Calderón, con el beneplácito del batidillo prianredista, no hace mucho prácticamente pidió (y al parecer sigue pidiendo) a Estados Unidos que intervenga en nuestro país.
Pero las figuras de ese batidillo, que cada día rebajan con sus actitudes al Congreso mexicano, han seguido la tonada y se desgañitan por la intervención, incluso militar, han dicho, en nuestro país.
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Además de su actitud de vendepatrias y su plena ignorancia de la historia, esas personas y sus patrones de la privada iniciativa muestran su nulo entendimiento de la verdadera dimensión de lo que han sido las relaciones México-Estados Unidos.
COMO VULGARES BANDOLEROS
Los referentes son múltiples y ya los hemos referido aquí: el 11 de mayo de 1846, James K. Polk, presidente de Estados Unidos, declaró la guerra a México con el motivo “formal” del conflicto texano-mexicano.
Antes, desde enero de ese año, y sin declaración de por medio, el ejército norteamericano había ocupado los puertos de San Francisco, California (estado que pertenecía a nuestro país), Mazatlán y Acapulco.
También, sin previa declaración de hostilidades, el 27 de marzo del mismo año, los estadounidenses tomaron el puerto de Veracruz luego de disparar más de 6 mil 700 proyectiles sobre la población civil.
En septiembre cayó la ciudad de México y los soldados del “vecino del norte” incurrieron en tal pillaje que ni los templos se escaparon.
Durante la ocupación, Polk estableció impuestos extraordinarios a los mexicanos argumentando “derecho de conquista” y que la población era sujeta de “vasallaje temporal”.
Cuando las hostilidades cesaron oficialmente, el general Winfield Scott, al mando de la tropa estadounidense, permitió que su tropa agrediera a la población y ordenó azotar a los rebeldes en la calle.
EL AGACHISMO Y LA CORRUPCIÓN PRIANISTA
Por estos días de locura trumpiana, hay una profunda ignorancia de los antecedentes históricos y una deshonesta marginación de los términos en que se han manejado, desde siempre, las relaciones entre los dos países, siempre con la notable desventaja de México ante abusos y agresiones.
Estados Unidos ha tenido a su favor que los gobiernos mexicanos del prianismo, todos ellos, fueron corruptos contumaces, incapaces de proteger los intereses nacionales.
El trato del prianismo, agachando la cabeza, fue para engordar sus bolsas, como hicieron los conservadores aquellos a los pies de Maximiliano.
¿LA ESPECULACIÓN HARÁ DE LAS SUYAS?
Que los aranceles van, para este martes 4, ha dicho el delincuente que preside Estados Unidos.
Que quizás baje la proporción, a su completo arbitrio, presume en la red de su cogobernante Musk. Como sea, es tiempo de evaluar con franqueza a quiénes perjudicarán (y a quienes beneficiarán).
Lo que parece inevitable, en caso de darse (todavía ruedan los dados) es que los especuladores, con ese pretexto, subirán precios a destajo, manipularán el tipo de cambio y cuanta triquiñuela les permitan.
Les permitan, digo, porque en manos del gobierno está impedirlo, para eso hay instancias, dependencias y leyes.
Y que no salgan con “el libre mercado”.
En lo que toca a la respuesta que deberá dar el gobierno mexicano ante la agresión de la oligarquía trumpiana, reitero: confrontación o sometimiento.
EN EL TINTERO
-En un circo ha convertido el gobierno de Trump la extradición, expulsión, o lo que sea, de los 29. Es el show y la manipulación mediática con su prensa vendida.
-Y muy bueno sería que los enviados (como parte de la negociación, y concesiones, en curso) revelaran sus nexos con agentes y autoridades de aquel país, que los ha habido y los hay sin sombra de duda.
-El viernes pasado, día de vergüenza para el gobierno de Estados Unidos. Abusivos, prepotentes, vulgares, Trump y Vance amenazando, acorralando, a Zelenzki que, aunque no es inocente, era su invitado.
-Sin solución de continuidad, no paran los topes de los burros en Culiacán. Quienes los ponen, quienes los mandan y las autoridades que lo permiten.
-Hay cuadras con hasta cuatro o cinco topes, causan retrasos laborales, daño económico y vehicular. A ver hasta cuándo. ([email protected]).
