Con toda claridad, el artículo 22 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, que debe ser respetado por todos los países firmantes, incluido Ecuador, mandata que las sedes de una misión diplomática “son inviolables y ningún agente del Estado receptor podrá penetrar en ellas sin consentimiento del jefe de la legación”.
Eso, sencillamente, fue violado por el gobierno ecuatoriano, impunemente hasta ahora. Sin asomo de duda, el asalto de la embajada mexicana en Quito, por la policía y el Ejército de Ecuador, equivale a una invasión del territorio nacional de nuestro país.
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Eso es sumamente grave y requiere de una enérgica respuesta, sin posturas blandengues escudadas en una “diplomacia” que puede derivar, a la postre, en un dejar pasar la acción invasora ordenada por un junior multimillonario, Daniel Noboa, que para desgracia de su país es su presidente.
ULTRAJE INADMISIBLE
En el asalto a la embajada, además de la incalificable agresión, se suma el ultraje al personal diplomático mexicano, que fue golpeado y humillado por los guaruras de Noboa.
El jefe de la cancillería mexicana, Roberto Canseco, fue lesionado, hincado y ofendido por los gendarmes ecuatorianos, lo que exige una acción penal contra los agresores y quienes los mandaron, Noboa en primer lugar.
La acción del junior Noboa, justamente se puede calificar de estúpida y no tiene precedentes en la historia reciente (solo está el caso de Guatemala, cuando el 31 de enero de 1980 ahí se asaltó y quemó la embajada española).
La literal invasión de territorio legalmente considerado mexicano en Quito, ha sido condenada por prácticamente todos los gobiernos del mundo, con algunas ominosas excepciones que han guardado silencio, o con tibieza y sospecha, como es el caso de Estados Unidos.
UN CONSERVADOR EXTREMISTA
El presidente de Ecuador, Daniel Roy Gilchrist Noboa Azín, quien ordenó invadir la embajada mexicana en Quito, con el pretexto de detener a Jorge Glas, exvicepresidente opositor a su gobierno (que se encontraba asilado en la sede diplomática mexicana y cuya vida está en serio riesgo en manos de los militares de aquel país) nació en Miami, Estados Unidos.
Daniel Noboa es hijo de Álvaro Noboa, el hombre más rico del Ecuador y quien ha sido candidato presidencial por cinco veces, perdiendo, hasta que su hijo se hizo con la presidencia.
La familia Noboa está claramente identificada con la ultraderecha de su país, la oligarquía financiera y el extremismo conservador.
De lo que siga en este ominoso caso, y de la actitud que mantenga el gobierno mexicano, ya veremos, pero la respuesta no puede ser, en modo alguno, blandengue o concesiva.
EN EL TINTERO
-Me parece exagerada la reacción de AMLO al opinar sobre el debate del domingo pasado: que la narrativa y las preguntas formuladas por los moderadores fue la de “no reconocer absolutamente nada” de los avances logrados por su gobierno.
-Como bien se dice en el editorial de la Jornada (09/04/22) “la única manera de restaurar la certeza en la legalidad internacional es repudiar y sancionar de manera enérgica las violaciones perpetradas por Tel Aviv (ataque a un consulado de Irán) y por Quito; si sus acciones quedan impunes, en lo sucesivo ningún país podrá enviar representantes al exterior con la confianza de que sus investiduras y sus vidas serán respetadas”.
-Por su parte, la candidata del Prian, Xóchitl Gálvez, de hecho, se alineó con el invasor junior Noboa al decir que en su gobierno (improbable de suyo) las embajadas “no serán cuevas de delincuentes”. Dios los hace y ellos se juntan.
-Del debate mentado, poco qué decir: más de lo mismo en la oposición prianredista, sin propuestas, ataques sin pruebas, apuesta al morbo y el escándalo; por parte de Sheinbaum, excesiva prudencia y jugando con el marcador; Maynez, dándose a conocer. El siguiente debate será el próximo 28 del mes en curso.
-Dice AMLO: “a todos los que se incorporan a la Guardia Nacional, se les está formando en el respeto a los derechos humanos, de modo que no va a haber ningún riesgo de excesos de autoritarismo”. Será, pero falta mucho por hacer en ese aspecto, la prepotencia sigue instalada.
-Siguen sin tregua los ataques y ofensas de los políticos republicanos de Estados Unidos, encabezados por Trump, contra México.
-México debe exigir visa a estadounidenses y canadienses (aparte están las locuras trumpianas que requieren respuesta puntual). Trato parejo. ([email protected]).
