Vaya papelito el que protagonizaron este lunes alcaldesa Aurelia Leal, la regidora Martha Dagnino Camacho y Enriqueta Flores, madre del dirigente municipal del PRI, Felipe Camacho Flores. Lo que iba a ser un protocolario y somnoliento banderazo de inicio de obras en la sindicatura de El Burrión se convirtió en casi un zafarrancho.
Y es que en pleno templete y frente a un grupo de gente, la madre del presidente del tricolor encaró a Dagnino Camacho y le reclamó haberse metido con su hijo y “sobrepasado los límites”. Después, entre lágrimas, le pidió a la alcaldesa poner un alto a la regidora morenista, a quien acusó de autonombrarse como la única vía para gestionar obras para El Burrión, sintiéndose toda poderosa y haciendo un lado incluso al síndico, Edgardo Camacho Zambrano.
De todo esto, nos hacen ver, se pueden sacar dos conclusiones. La primera, que se evidenció nuevamente la poca si no es que nula capacidad de Aurelia Leal para lograr consensos y el hecho de que prefiere la confrontación, cosa que en El Burrión ha generado a través de Martha Dagnino. Y la segunda: que el dirigente municipal del PRI tiene “mamitis”, o si no que alguien nos explique por qué tiene que salir su madre a defenderlo en pleitos políticos…
¿Será acaso que la senadora Imelda Castro Castro aplicó la de “Te lo digo, Juan, para que lo entiendas, Pedro”? Y es que no sabemos si la legisladora federal le quiso mandar un mensaje a sus compañeros diputados locales de Morena cuando declaró este lunes que lo ideal sería que todos los funcionarios públicos, sin excepción, hicieran pública su declaración 3 de 3, especialmente en lo referente al patrimonio con el que cuentan.
Doña Imelda se encontraba anunciando un periodo extraordinario en el Senado de la República, en el que abordarán una posible reforma a la Ley de los Servidores Públicos para obligar a todos los funcionarios a hacer pública su declaración 3 de 3, cuando soltó la magnífica frase: todos aquellos que no les guste la idea de publicar sus bienes y “milloncitos”, o que les “dé miedo” y argumenten razones de seguridad, pues que se salgan de la política, porque como funcionarios tienen que ser absolutamente transparentes con los ciudadanos que representan.
Ahora sí que alguien tenía que decirlo y se dijo. Sin embargo, llama la atención que mientras la senadora Imelda diga esto, en Sinaloa gran parte de los diputados locales, incluso los mismos morenistas, se han negado rotundamente a hacer públicas sus declaraciones. A reserva de los detalles que contenga la ley, y si esta aplica para el ámbito local, habrá que ver si los correligionarios de Castro Castro captaron el mensaje y si concuerdan con estas declaraciones…
¿Pero qué necesidad, para qué tanto problema señor alcalde Jesús Estrada Ferreiro? Así habría que cantarle al munícipe de Culiacán, y es que no nos queda claro la razón por la que en plena presentación de su Plan Municipal de Desarrollo 2018-2021, volvió a sacar a flote los conflictos con el Stasac.
La presentación de este plan se hizo con bombo y platillo, acudió la crema y nata de la política sinaloense, parecía más bien un informe de los primeros 6 meses de gobierno del alcalde, quien sólo recibía vítores y aplausos, y aun así, no quiso desaprovechar la oportunidad para arremeter contra el sindicato, y asegurar que nunca tuvo la razón en el emplazamiento a huelga de meses atrás, y que si este se conjuró fue simplemente porque los trabajadores no “tenían la razón”.
Y el Stasac, dijo Estrada Ferreiro, es solo uno más de sus muchos “adversarios” que lo han atacado durante estos 6 meses. ¿En serio era necesario sacar pleito ahí en el templete? Lo bueno que por lo menos el líder sindical, David Alarid, no se enganchó y al salir de la presentación se limitó a aclarar que sí había violaciones del ayuntamiento al contrato colectivo y por eso se manejó la posibilidad de huelga, pero por fortuna esas omisiones ya han sido subsanadas en su mayoría. Afortunadamente el líder del Stasac ya no quiso echarle más leña al fuego del alcalde…
Hay de puntadas a puntadas. Sin embargo, para todo hay un lugar y momento y hay casos en los que es mejor reservarse las ocurrencias. Y es que el alcalde Luis Guillermo Benítez Torres, sin tapujo alguno, dijo este lunes en público que el incendio del pasado domingo en el Hospital General número 3 del IMSS en Mazatlán, pudo haber sido provocado, y no sabemos si lo dijo con conocimiento de causa o si le pasaron un dato de parte de Protección Civil.
En contraste, el delegado del IMSS en Sinaloa, Samuel Lizárraga Camacho, fue más cauteloso y se limitó a decir que el sobrecalentamiento de los cables de energía en la zona de archivos podría haber generado la chispa inicial del incendio, aunque dejó en claro que los peritos aún continúan haciendo su labor para determinar la causa final del incidente.
El suponer, el decir y acusar quizá en estos momentos no ayude en mucho, pero el dejar la duda en los demás a lo mejor es peor, cuando lo único que se pide a las autoridades, entre ellos al alcalde, es que antes de acusar y hablar se aseguren de contar con los elementos probatorios suficientes… Así se las gastan. O peor…Comentarios:[email protected]
