Culiacán del caos vial, baches y topes, Sinaloa, 27 de marzo 2023. Con la inflación más alta en muchos años, en décadas, y la evidente depreciación del salario en todas partes, con el aumento de la miseria, las grandes empresas a nivel mundial obtuvieron, tan solo en el segundo trimestre del año pasado, dividendos por 544 mil 800 millones de dólares, otro “nuevo record”. El dato proviene del Janus Henderson Global Dividend Index (JHGDI).
De esa manera, queda demostrado que la llevada y traída pandemia, la inflación y la guerra de Ucrania, han sido factores plenamente aprovechados, como pretexto, por el gran capital, mientras la miseria se acelera a nivel mundial.
Les ha ido mucho mejor que antes de la crisis, que para ellos siempre ha sido ventaja.
EN MÉXICO, MÁS QUE UN BOTÓN
En 2022, el conjunto de bancos que opera en el país (50) obtuvo ganancias por 236 mil 743 millones de pesos, un incremento de 30.9 por ciento con respecto a los 182 mil 75 millones reportados en el mismo lapso del 2021, de acuerdo con datos oficiales de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Esas ganancias, en buena medida obtenidas por lo que se puede calificar de prácticas de usura, se consideran “históricas” y son muy superiores a las que lograron antes de la pandemia, en 2019.
De acuerdo con la CNVB, BBVA, Banorte, Santander, Citibanamex, HSBC y Scotiabank, concentraron el 75.6% de las ganancias del año pasado, sumando en conjunto 179 mil 117 millones de pesos.
Con las grandes empresas mexicanas, en sociedad con el capital extranjero, en general, sucede lo mismo: más ganancias que antes de la “crisis”.
Y ese es, quiérase ver o no, el fondo del asunto, el verdadero problema que lleva al mundo a la debacle. Lo que tarde o temprano se tendrá que lamentar.
¿SIGUE LA ALIANZA NEOLIBERAL?
Mientras eso sucede y la acumulación de la riqueza se agudiza, el presidente López Obrador refrendó a los banqueros, en su más reciente convención, su “compromiso de no cambiar las reglas para la operación de los bancos en México”.
Les llamó a que “sigan haciendo negocios legales en México, continúen obteniendo utilidades legítimas y razonables”; que se siga “impulsando el progreso con justicia en el país”.
De lo primero, no cambiar las reglas, eso equivale a una abierta complicidad con el capital leonino; de lo segundo (ganancias “legítimas y razonables”) a menos que se ignore la realidad y de lo último (el progreso “con justicia”) si de la mano de los bancos se va, una ingenua utopía.
LO QUE NO VEN NI OYEN
Hace unos días, la fiscal estatal en Arizona, Kris Mayes, dijo que el impacto del fentanilo es ahora tan grande que “hay pocas familias en nuestro estado, y en todo el país, que no han sido tocadas de alguna manera por plaga de la epidemia del opioide”.
Así es, en efecto, y antes lo ha repetido la llevada y traída DEA, de dudosa reputación: el fentanilo es la amenaza de drogas más mortal que enfrenta Estados Unidos. Pero según ellos los únicos responsables son el CJNG y el cártel de Sinaloa, no hay más.
Sin duda, esos grupos delictivos tienen evidente responsabilidad por el tráfico, pero no son los únicos, los hay también en Estados Unidos y hay que agregar la terrible descomposición social, la desigualdad que allá se agudiza, la miseria y la debacle cultural, factores que empujan a la delincuencia y la drogadicción.
Las razones de fondo, la inequidad, la enfermiza obsesión por la concentración de la riqueza, la desigualdad de su sistema, todo eso que explica la profunda descomposición social y la recurrencia a las drogas, no se quiere ver en su justa dimensión.
Mejor echar toda la culpa a los traficantes, que la tienen sin duda, pero cada cosa en su lugar.
EN EL TINTERO
-La administración de justicia en nuestro país sigue siendo asignatura pendiente de los gobiernos. Que la presidente de la SCJN no lo admita, ni se pronuncie al respecto, es una muestra de la complicidad que permea a todo el aparato “de justicia” en nuestro país.
-¿Que “ojalá no se canten narcocorridos”, como dijo AMLO hace unas semanas? Craso deseo. Del profundo deterioro social que estamos viendo, es solo uno de múltiples factores. ¿Qué no se prohíban? De acuerdo, no a la censura, pero hay muchas maneras en que se puede actuar ante el problema y, sencillamente, no se hace.
-Insostenible el terrible caos vial que se vive en Culiacán. Negligencia, ineptitud, importamadrismo oficial, más la incivilidad, se conjugan. A ver hasta cuándo. ([email protected]).