La inservible ONU para lo fundamental (está a las órdenes de Estados Unidos) se propone inmiscuirse en México con el pretexto de las desapariciones, que las hay, pero como hemos dicho, y por ello hemos sido criticados, casi todas se dan por hecho sin que haya prueba fehaciente.
Hay, en esas comisiones de altos salarios, viáticos y privilegios, de la ONU, personajes ligados a la derecha mundial y soterrados simpatizantes de las oligarquías financieras. Bien lo debe saber el secretario de Relaciones Exteriores de México, Juan Ramón de la Fuente.
Como, de cuando en cuando, tienen que hacer como que trabajan, dirigen su mira a países del llamado “tercer mundo”, mientras hacen caso omiso de las terribles violaciones a derechos humanos en Estados Unidos, Israel y demás socios del imperialismo yanqui.
TAMBIÉN DICEN QUE LES DIJERON
Con supina ignorancia, sin información comprobada, o atendiendo a consignas de la derecha mexicana, integrantes de la respectiva comisión de la ONU, han dicho que la “desaparición forzada” es una “política de Estado” en México, una declaración que raya en la insolencia y la falta de respeto hacia nuestro país.
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Como debía ser, el Gobierno de México rechazó tajantemente tales declaraciones de los integrantes del Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU (CED, por sus siglas en inglés).
“El gobierno mexicano no consiente, permite u ordena la desaparición de personas como parte de una política de Estado”, señalaron las secretarías de Relaciones Exteriores (SRE) y de Gobernación (SG).
TOMÁNDOSE ATRIBUCIONES
Como se sabe, la semana pasada, el CED dijo que remitiría al Estado mexicano “una solicitud relacionada con la situación de desapariciones en el país, con fundamento en el artículo 34 de la convención en la materia”.
Y, si se prueba su especulación (lo que no va suceder) se llevaría el tema a la Asamblea General de la ONU, la misma que es del todo inútil para poner freno a los abusos imperialistas.
En efecto, en el artículo 34 de la Convención Internacional para la Protección de personas contra las Desapariciones Forzadas, se establece que “si el CED recibe información que, a su juicio, contiene indicios bien fundados de que la desaparición forzada se practica de forma generalizada o sistemática en el territorio bajo la jurisdicción de un Estado parte y tras haber solicitado a éste toda la información pertinente sobre esa situación, podrá llevar la cuestión, con carácter urgente, a la consideración de la Asamblea General de la ONU, por medio de su Secretaría General”.
CON ESOS “INFORMANTES”
¿Y de quién ha recibido el tal CED información, con “indicios bien fundados” de que la desaparición forzada es una política en México?
Sin asomo de duda: de la derecha mexicana, de la desvaída oposición prianista, de la privada iniciativa y de los medios al servicio de la peor reacción conservadora de nuestro país.
Una repudiable acción más de la traición mexicana, cuyo entreguismo y desvergüenza parece no conocer límites.
EN EL TINTERO
-En eso de las desapariciones, muchas que no son forzadas, hay que investigar, tener claridad y fuentes confiables, pues hasta los grupos de búsqueda se han escindido, en México hay más de 250 grupos de madres y familias buscadoras, y han entrado en conflicto interno cuando de los apoyos se trata.
-La carestía, que ya va en curso, con o sin aranceles, debe ser justificada, pues la simple especulación y el afán de concentrar la ganancia de la privada iniciativa siguen estando a la orden del día.
-Urge un plan, una estrategia contra la corrupción de agentes policiacos y de tránsito. La corrupción está desatada, como lo puede comprobar cualquier ciudadano que haya sido detenido, incluso ilegalmente, por las “corporaciones”.
-¿Y quién paga los sobreprecios por los aranceles? Los consumidores del país receptor. En este caso, los estadounidenses, cada vez más hartos del trumpismo.
-El huachicol existe porque hay quien lo compre, particulares y gasolineras, ¿Qué tan difícil es ubicarlos? Tan delincuentes unos como los otros.
-Los medios chambones, como El Universal, lucrando con la tragedia e ignorando sistemáticamente las causas de fondo (el “rating” es primero). ([email protected]).