Durante toda la historia han existido boxeadores cuyo estilo poco ortodoxo no es tan agradable para el público, pero que han sabido alcanzar la gloria y, desde luego, forrarse de varios miles de billetes verdes. El “Vaquero” Navarrete es uno de ellos.
Este pugilista mexicano que ganó su tercer título mundial en igual número de divisiones apenas el viernes pasado, parece nunca haber aprendido una buena técnica. Pero qué le importa a él y también a quienes pagan por verlo pelear, mientras las victorias estén llegando aun cuando no domine la elegancia pura de esta disciplina.
Navarrete derrotó al australiano Liam Wilson en una batalla en la que estuvo a punto de ser noqueado. Su rival, tampoco un dechado de virtudes para el dominio de este deporte, lo derribó en el cuarto asalto y pudo haberlo aniquilado de no haber sido por la complicidad del referee que le dio el tiempo suficiente para recuperarse.
Además de contarle los ocho segundos de rigor como cuenta de protección, lo dejó vivir todavía otros 17 segundos ayudándole a colocarle el protector bucal y de paso llamarle la atención. Cuando Liam trató de rematarlo, vino en auxilio del mexicano la campana y se salvó de la derrota en ese momento.
Pero voy a esto. Toda la pelea del “Vaquero” fue en base a un estilo comercial que hasta los propios comentaristas criticaron. No sabe pararse, lanzar bien los ganchos y medir la distancia. En ocasiones me daba la impresión de ver (en Emmanuel) a un borracho de cantina tratando de golpear a alguien, cuando sus golpes se perdían en el aire. Daba pena ajena ver ese estilo sin la más mínima técnica como para reconocerlo como un genuino boxeador.
Ganó por su pegada y por su sed de victoria, pero, además, porque el australiano se cansó también de fallar tantos golpes y de los amarres.
Estoy de acuerdo con quienes defienden otros estilos poco comerciales como el de Floyd Mayweather cuando dicen que en el boxeo se busca pegar y que no te peguen. Pero con Navarrete, su estilo es más de una pelea callejera y de cantina, que el de un profesional del boxeo.
Bueno, hay de todo en la viña del señor.
DUELO
Tras la victoria de Navarrete se empezó a cocinar una posible contienda contra Óscar Valdez. El sonorense estuvo como espectador en ese combate y subió al cuadrilátero para felicitar al ahora tricampeón mundial, en cuyos segundos también se pudo haber encargado de persuadirlo para un choque entre ellos.
Ojalá que Valdez no le haya señalado que es una pelea que esperamos todos los mexicanos, porque con ese estilo que ya acostumbró a muchos, no creo que pueda resultar un gran combate, al menos en lo técnico.
¿Y saben qué? Siento que Óscar le ganaría hasta por nocaut. Valdez es un boxeador más elegante, con más técnica y mayor dominio de cómo lanzar los diferentes golpes que se supone todos deben manejar, excepto el “Vaquero”.
Vamos a ver.
