Culiacán, Sinaloa, 13 de abril 2022. El británico Henry John Temple (Lord Palmerston) habría dicho que “en política no hay amigos que valgan, solo intereses” y John Foster Dulles, que fuera secretario de Estado durante la presidencia de Dwight Eisenhower, retomó la idea: “Estados Unidos no tiene amigos, tiene intereses”.
Y así ha sido, tanto con presidentes emanados del Partido Demócrata como del Republicano de aquel país.
En consecuencia, y atendiendo a la realidad de las relaciones entre poderosos y débiles, México debe hacer valer su fortaleza en el campo de la diplomacia internacional, defen-diendo sus propios intereses y esgrimiendo la soberanía nacional en primer término.
Para ello, ni previas adhesiones al trumpismo (que así fueron vistas en el vecino país) ni la complacencia (así sea relativa con Biden) en espera de cambios que, como siempre ha su-cedido, se regirán por el pragmatismo y el interés, son fórmula alguna.
QUE SE OLVIDEN DEL “PATIO TRASERO”
Pero, como sea, en efecto, Biden no es lo mismo que Trump, y el entendimiento de esa cuestión es clave para el diseño de una política exterior acorde con los tiempos.
No es gratuito que la frase sea lugar común y supuesto aceptado cuya aplicación vale para las relaciones capitalistas, en general. Se procede conforme al descarnado interés, en la lógica de la ganancia a ultranza, donde no caben consideraciones de otro orden.
En ese orden de ideas, hace mucho que los políticos estadounidenses tratan a México según la rentabilidad de sus posiciones, de acuerdo con sus tiempos electorales, como si fuera una simple pieza de su ajedrez político, con la que se puede hacer y deshacer.
Así han procedido desde siempre, a ciencia y paciencia de nuestros gobernantes, viendo y tratando a nuestro país como el “patio trasero” de la superpotencia, el espacio subdesarrollado que ellos nos hacen el favor de soportar y que tienen el “derecho” de conducir a su arbitrio.
SON LA MISMA GATA
Las embestidas han venido lo mismo de republicanos que demócratas (los dos partidos más importantes) y no hay, en estricto, diferencia sustantiva al respecto, aunque de vez en vez se establecen diferencias razonables.
Lo que sucede es que alguna dosis de prudencia y diplomacia desde la metrópoli despierta un optimismo trasnochado que, pronto, no se corresponde con la realidad.
Eso parece estar cambiando y AMLO ha resultado un tanto incomodo al vecino gobierno del norte, en contraste con la pasividad de anteriores gobiernos mexicanos, que marchaban al son que les tocaban los “buenos vecinos”.
LA CREDIBILIDAD EN CUESTIÓN
Denis Projipenko, un “comandante” ucraniano del Batallón Azov (integrado por mercenarios y racistas) es un neo nazi que exhibe emblemas y símbolos hitlerianos; promueve la “supremacía blanca” y, desde hace años, ha sido acusado de crímenes de guerra en el Donbás, ejecutando y torturando a rusos que ahí viven
Pero Projipenko ha sido declarado “héroe nacional” por el comediante Zelenski y la evidente propaganda “occidental” hace caso omiso de las evidencias.
Ahora, el gobierno ucranio acusa a Rusia de una matanza en el pueblo de Bucha y los rusos están exigiendo a la ONU una investigación, pues aseguran que los neonazis de Zelenski hicieron un montaje del asunto.
Putin no es blanca paloma, pero lo que se impone es la investigación independiente, pues la credibilidad del gobierno ucranio y de los medios “occidentales” está por los suelos.
EN EL TINTERO
-En busca de rentabilidad, los “grandes medios”, y no pocos de menor tamaño y local alcance, inmersos en la frivolidad, la tontería a sabiendas y la promoción de la veleidad inane.
-El morbo como gancho, con el rebajamiento de la figura femenina, lo cotidiano. ¿No tienen opinión al respecto feministas y secretarías del ramo?
-¿Ambientalistas? Parece que las banderas no cuelgan por parte alguna.
-Los reclusorios privados son un gran negocio de traficantes de influencias en todo el mundo y desde luego en México. Los concesionarios habilitados en el calderonismo se llevaban 3 mil 500 pesos diarios por cada preso. De alguna manera, toda proporción guardada, eso no se ha acabado.
-¿Vacaciones? A cuidarse, no hay de otra.
