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Que se vayan cuates y cuotas

¿Sobran diputados y senadores? Sí, sin sombra de duda. De 500 en la cámara federal, hay 200 plurinominales, de común familiares, amigos, cuates y compadres de...

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¿Sobran diputados y senadores? Sí, sin sombra de duda.

De 500 en la cámara federal, hay 200 plurinominales, de común familiares, amigos, cuates y compadres de dirigentes políticos en el negocio partidario.

En la de Senadores hay 128: 64 que llegan por voto directo, 32 de “primera minoría” y 32 de “representación proporcional”. Su perfil es semejante al de los diputados “de propina”, como dice Francisco Arizmendi.

Con 300 diputados y 64 senadores elegidos por voto directo, sería más, realmente más, que suficiente.

En los estados también hay diputados de más. En Sinaloa son 24 de voto directo y 16 plurinominales.

Son muchos y su beneficio social no se ve por parte alguna.

NECESARIO CORREGIR

Alarmados están los del negocio partidario, pues AMLO va a enviar una propuesta de reforma constitucional para desaparecer a los plurinominales, elegir por voto directo a los consejeros del INE y a los magistrados del TEPJF.

Esos consejeros y magistrados hasta ahora han sido cuota de partidos. 

Además, el Presidente propone reducir a la mitad el presupuesto del Instituto Nacional Electoral y de los partidos políticos (de 20 mil millones de pesos, a 10 mil, que sigue siendo muchísimo).

“Vade retro Satán”, dicen los negociantes de la política.

Pero ojalá se haga, se debe hacer, por salud pública, política y cultural.

DE PÚBLICO A PRIVADO

Es común que si se consulta a tres o cuatro médicos, se tengan tres o cuatro diagnósticos distintos. También que de un médico a otro cambien radicalmente los tratamientos.  

Es cierto que el IMSS, el Issste y en general el sistema de salud pública deja mucho que desear en lo que toca a infraestructura, recursos y personal suficiente, lo que afecta el quehacer de los médicos, pero también lo es que los sindicatos y colegios médicos, de común guardan silencio ante ello.

La explicación está en que muchos pacientes del sector público de salud son canalizados a clínicas y laboratorios particulares, en su mayoría vinculados con los médicos tratantes en primera instancia. “Aquí no se puede”, suelen decir, y mejor vaya a tal o cual lugar, donde, obviamente, se tendrá que pagar y en exceso.  

Nos ha tocado lidiar con la burocracia médica en el IMSS y en el Issste y es evidente que a muchos profesionales de la medicina les falta criterio y formación humanista.

Pero también hay otros, que son notables por su preparación y vocación de servicio.

IRRESPONSABILIDAD OFICIAL

El deterioro de los servicios públicos de salud, los presupuestos insuficientes o dedicados a menesteres colaterales en el área, la evidente merma de la calidad que deriva de condiciones laborales impropias (es cierto que los médicos del sector público se ven obligados a atender a decenas de pacientes en una sola jornada), la carencia de medicamentos, la burocracia y la sobre administración, son factores que explican una situación deplorable en el campo de la salud pública.

Así las cosas, los pacientes son tratados en condiciones que propician errores, desatención y riesgos evidentes.

También, hay que reconocerlo, se dificulta establecer la responsabilidad real y efectiva cuando se dan desenlaces fatales como producto de un tratamiento defectuoso.

¿UNA LÓGICA MERCANTIL NADA MÁS?

Los usuarios de los servicios de salud pública están justamente inconformes (también de la medicina privada) y es un hecho que quien acude a los hospitales, en general, sabe que enfrentará una lógica mercantil que lo pondrá en una situación todavía más problemática (aparte de la enfermedad).

Desde luego, la profesión es un modo de vida y eso se entiende, pero de ahí a inflar costos, recetar pastillas de dos mil pesos y medicamentos todavía más caros, hay clara distancia.

De cualquier forma, es justo defender a los médicos cuando son acusados injustamente, dado el caso.

Por lo demás, es buen momento para abrir una discusión pública en torno a los temas que se han venido señalando.

Es necesario que los usuarios opinen y pongan sus experiencias a la vista. Si se hace de manera desprejuiciada y autocrítica, significaría un real avance para el mejoramiento de los servicios de salud en el país. Ojalá y se hiciera.

EN EL TINTERO

 -A como van las cosas, el teléfono ya no es un instrumento confiable para nada. Regresar al diálogo personal y directo es lo que procede y se está imponiendo. Las intervenciones y la invasión de la privacidad son más comunes de lo que se piensa. ([email protected]).

Fuente: Internet

Fotografía de perfil de Jorge Guillermo Cano

Jorge Guillermo Cano

Columnista

Jorge Guillermo Cano

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